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Néstor Humberto Martínez lleva una semana como ministro de la Presidencia, cargo en el que, dice, tendrá como objetivo dialogar con los partidos, pero más allá, con los sectores sociales, los mismos que en los primeros cuatro años del gobierno de Juan Manuel Santos se han levantado en el Catatumbo, en Tolima, en Risaralda, en Antioquia, en Bogotá, inconformes con los modelos en salud, educación, agricultura. Martínez sabe que el diálogo con el Congreso —hoy con debates más crispados que hace un par de años— será difícil, pero el que tendrá con los sectores sociales será vital.
¿Cómo es eso de ser el superministro?
"Yo no soy ningún superministro, soy parte de un equipo de colaboradores que han venido a fortalecer la Presidencia de la República para lograr que haya un mayor impacto en las políticas públicas que define el presidente Juan Manuel Santos y, por supuesto, para que exista una mejor comunicación sobre la ejecución de las obras del Gobierno, y en eso está empeñado todo este equipo de trabajo".
¿Su tarea será muy directa con el Congreso de la República, ahora que la unidad nacional no es lo que fue hace cuatro años?
"Sí, la idea es que desde este cargo también se ayude en la labor de hacer política en el mejor sentido de la expresión, no solamente con los partidos que están representados en el Congreso, sino también con los distintos sectores sociales. El diálogo social es parte de la agenda política contemporánea, y es muy importante profundizarlo. Ahora, la oposición que hay en el Congreso, que es una oposición organizada, garantiza que haya un Gobierno más organizado y que se puedan construir políticas de Estado a partir de la dialéctica que se puede construir con la oposición que ejerce sus ideas de manera reflexiva. Tenemos un gran respeto por las ideas diferentes a las nuestras y creemos que podemos construir con ellos reformas fundamentales para el país".
¿Cómo mover reformas a la educación, a la salud, la del equilibrio de poderes con tanta polarización?
"Esas no son responsabilidades propias del Ministerio de la Presidencia, porque no se trata que desde Palacio usurpemos las competencias y funciones de los ministerios, pero si puedo expresar la política presidencial. Y en ese sentido, lo que ha dicho el Presidente es que no quiere exponer al país al fetichismo de las grandes reformas. Más que una gran reforma a la justicia lo que necesitamos es afinar los mecanismos para que los ciudadanos tengan un mejor acceso a la justicia. En ese frente nos vamos a proponer que todo el sistema oral de los procesos se cumpla, esto ha permitido que en Medellín haya procesos en el sistema laboral que se demoren poco menos de un mes, que es una verdadera revolución silenciosa, como lo ha llamado el Presidente. En materia de salud, no se ha planteado una gran reforma, sino que sobre la base de la ley estatutaria asegurar su cumplimiento, su desarrollo y comprometernos en el mejoramiento de la calidad. Colombia hizo una gran reforma en la cobertura social en 1993, y somos de lejos uno de los países en desarrollo con cobertura universal, y lo que tenemos que asegurar ahora es la calidad y la atención. Y bueno, hay una política en materia educativa que más que llevarnos a las grandes reformas legislativas, que lo que hacen es anestesiar la solución de los grandes temas, estamos comprometidos en un programa que ha de ser de Colombia el país más educado de América Latina".
Hablaba del diálogo social, varias protestas sociales causaron crisis al primer periodo de Santos...
"Todas estas expresiones de organización social, de coyuntura, se presentan porque nuestra democracia tiene una gran debilidad, que es la crisis de representación. Y, en ese sentido, lo más importante es que el sistema democrático funciona como lo hace en el mundo entero, y por esa razón uno de los elementos de la reforma de equilibrio de poder es que en adelante las campañas políticas se hagan sobre listas cerradas, porque traen beneficios como que los partidos van a ser muy selectivos, cuidarán mucho los nombres de quienes postulen a la democracia; van a ideologizar la política; las campañas electorales en lo sucesivo no serán sobre la protección de las famiempresas que funcionan alrededor de las listas abiertas, sino sobre las visiones que la sociedad y el Estado tienen de los propios partidos. Y en tercer lugar, y es muy importante, que tienen que ser listas que representen a la sociedad: representación de género, de actividades económicas, trabajadores, empresarios, académicos, estudiantes, de tal manera que los partidos sean incluyentes. Si eso lo logramos vamos a tener una mejor representación democrática y eso va a evitar que la conflictividad social siga creciendo como ha venido creciendo en los países en desarrollo".
Precisamente a Santos le ha explotado esa "conflictividad social"...
"Hace ya más de una década escuché en algunas comunidades que se tomaban las vías públicas, expresiones como que era más rentable políticamente un kilómetro de autopista que una curul en el Congreso de la República, y eso lo que muestra es la debilidad que tienen la institucionalidad y la democracia, por eso mejorar la representación, y superar esa crisis, tiene que ser definitivamente un esfuerzo del Gobierno".
¿Será usted una puerta de entrada de los empresarios al despacho presidencial?
"Uno de los grandes retos es enriquecer el diálogo entre la Presidencia y todos los sectores sociales y uno de ellos es el sector empresarial. El presidente es muy dado a escuchar, y cree en la inteligencia colectiva y para eso hay que hablar con toda la sociedad. Ahora, si puedo servir de facilitador en el diálogo con el sector empresarial, va a ser esta una oportunidad maravillosa para el efecto y enriquecerá la agenda gubernamental, tarea que se ha encomendado a la ministra consejera para el sector privado María Lorena Gutiérrez ".
Y la paz...
"Soy un convencido de que la paz es un valor supremo que se convertirá en una realidad. Mi aporte por la paz fue lo que me obligó a dejar la placidez de mi vida profesional. Y es que uno de los grandes retos que tenemos, y ha salido en encuestas, es que el 60 por ciento de los colombianos no tiene conocimiento exacto del proceso, de tal manera que estamos en un proceso de pedagogía por la paz que ha iniciado el Presidente de la República por todas las regiones durante el último mes, y en el cual nosotros seremos unos soldados para contribuir con ese diálogo".
Cuando el presidente Santos anunció su nombramiento lo hizo como "ministro de la Presidencia". El decreto de nombramiento lo designa como director del Departamento Administrativo de la Presidencia. ¿Va a haber proyecto de ley de creación de ese Ministerio?
"El decreto que reestructuró la Presidencia de la República manifiesta que el antiguo cargo que se denominaba Secretario de la Presidencia de la República en adelante se denominará Ministro de la Presidencia, y esto corresponde a una concepción mucho más política del antiguo cargo que existía en Palacio".
¿Cómo va a manejar el tema de las incompatibilidades e impedimentos derivados de los negocios jurídicos que llevaba en su oficina de abogados, y que tienen que ver con grandes empresas con intereses en la contratación estatal?
"El sector público no es un escampadero de quienes fracasan en la vida privada, ojalá acá lleguen el talento y la excelencia, y justamente para que pueda haber tránsito del sector privado al público la ley tiene un régimen de inhabilidades que es muy claro: nadie puede tramitar en el sector público asuntos que conoció en el sector privado, esa es una regla de oro que en mi caso, y por mi talante, le voy a subir la vara, y voy a ser en esas materias supremamente pulcro. De hecho yo fui asesor de la Sociedad de Agricultores de Colombia en materia del régimen de baldíos en la Orinoquía y en el pasado consejo de ministros expresé un impedimento para conocer los temas que puedan referirse al proyecto de ley que el Gobierno va a llevar sobre estas materias al Congreso".
Con la reforma de la estructura de la Presidencia, ¿apunta el presidente a ser ante todo Jefe de Estado, delegando las funciones de Jefe de Gobierno?
"No, de ningún modo, el presidente es el gran gerente de esta organización, lo que pasa es que el sistema político no se ha modificado, y ahora tiene un cuerpo de cuatro asesores y colaboradores en Palacio que ayudan a que su gestión sea mucho más eficaz, pero él es el gran gerente y ha incorporado elementos de la gerencia privada a la Presidencia. Por ejemplo, con un comité ejecutivo, concepto que no se conocía en el Palacio de Nariño y que funciona regularmente, dirigido por el propio Presidente todos los lunes a las 8 de la mañana. Allí analizamos los trabajos de la semana, el impacto de las políticas, coordinando la acción del Presidente con el gabinete, de tal manera que de lo que se trata es de incorporar elementos de la gestión privada desde el punto de vista de la administración pública".
Según la última encuesta de Gallup la imagen de Santos está cayendo...
"Estamos trabajando todos para comunicar lo que estamos haciendo, en eso tenemos que ser mucho mejores, porque lo que ha hecho este Gobierno es algo francamente abrumador. No más esta semana se ha visto toda la inversión pública que ha quedado contratada, mucha de ella en Antioquia. En la medida en que logremos ser exitosos en la comunicación nos va a ir mejor en la imagen".