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Menos de 24 horas después de haber llegado a Cartagena y cuatro antes del inicio oficial de la Cumbre de las Américas, el presidente de Estados Unidos Barack Obama puso las cosas en su sitio y a cada quien en su lugar: no rotundo a la legalización de las drogas.
Desde su primer encuentro y en todos los actos protocolarios fue muy amable y cortés con el Presidente Juan Manuel Santos. Destacó como ejemplo ante el mundo lo que ha logrado Colombia en los últimos diez años. Pero cuando tuvo que hablar del tema de fondo dio con la puerta en las narices a quienes promueven la legalización: "...La legalización de las drogas no es la respuesta (...) habría un comercio masivo de drogas y si no existen límites las condiciones podrían ser más dañinas que las que existen en este momento". Dijo también que se debe trabajar de manera conjunta para atacar, tanto la oferta que hacen los narcotraficantes en los países de América Latina, como el consumo que existe en Estados Unidos y otros países.
Santos asimiló el golpe pero insistió en que "la de la drogadicción debe ser una discusión abierta, pero esto no puede ser excusa para combatir con toda la firmeza y contundencia al crimen organizado". Una postura diplomática, quizás para "no perder la cara" porque tras las palabras de Obama quedó claro que Estados Unidos no está dispuesto a considerar cambios abruptos en la política antidriogas y menos aún a arriesgarse en la ruta de la legalización .
En la inauguración de la Cumbre, Santos criticó el embargo a Cuba. "El aislamiento, el embargo, la indiferencia, el mirar para otro lado, han demostrado ya su ineficacia. En el mundo de hoy no se justifica ese camino. Es un anacronismo que nos mantiene anclados a una era de Guerra Fría", sostuvo.
Obama y el hemisferio
En un intento por congraciarse con sus críticos, quienes lo acusan de dejar a un lado Sudamérica para concentrarse en las crisis de Oriente Medio y mejorar los lazos comerciales con pujantes economías de Asia, el presidente Obama se comprometió ayer a reforzar sus lazos con este hemisferio.
"Está claro que podemos hacerlo mejor", dijo el mandatario estadounidense en su intervención, durante la clausura de la primera Cumbre de Empresarios. Sobraron elogios para esta región del continente ante los desafíos de la globalización. Obama resaltó que el progreso económico está estrechamente ligado a la democracia y reiteró su posición frente al tema de la legalización de las drogas, señalando que ésta no es la salida al problema del narcotráfico.
Acompañado en la mesa central por el presidente de Colombia y anfitrión de la cumbre, Juan Manuel Santos , y por su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff , el presidente Barack Obama resaltó la labor de ambos líderes, que "vienen de tradiciones políticas distintas", por ser ejemplos de "gobiernos transparentes" que han llevado a sus países al crecimiento económico.
Obama destacó la "gran promesa" para el crecimiento de los negocios en las Américas, y resaltó la influencia económica de una región a la que ha prestado poca atención en sus primeros tres años en el poder.
"Es un momento de gran promesa para las Américas. Y creo que si aprovechamos las oportunidades ante nosotros, continuaremos siendo socios económicos", agregó Obama ante más de 700 empresarios del continente, un día después de que el presidente Juan Manuel Santos , sancionó el Tratado de Libre Comercio con E.U.
En respuesta a Obama, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió los procesos de integración regional. "Alianzas entre iguales", remarcó Rousseff sobre la relación que debe primar frente a Washington, al recordar que "en el pasado las relaciones asimétricas entre norte y sur han sido responsables de procesos muy negativos".
Con ese panorama, el desafío para el presidente estadounidense a lo largo de la Cumbre que termina hoy, es convencer a sus iguales de que realmente se propone expandir el comercio a Latinoamérica y, a la vez, persuadir a la región que vuelva a dirigir su mirada hacia el norte.