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Entre los trabajos de demolición, la incertidumbre de los vendedores estacionarios y las esperanzas de los comerciantes, avanzan en Envigado las obras de remodelación del parque principal Marceliano Vélez.
El director de Planeación de Obras Públicas de ese municipio del sur del Valle de Aburrá, ingeniero Sergio Ríos, destacó que los trabajos están en un 25 por ciento de su ejecución.
Explicó que ya fueron demolidos el Centro de Atención Inmediata de la Policía, CAI, tres casetas de ventas de comidas, las sillas y el piso del costado occidental, donde en la actualidad se adelantan trabajos de organización de redes de servicios públicos y la construcción de la cubierta del pasaje peatonal que quedará en el sector de las heladerías y los restaurantes.
Precisó que el objetivo de esta remodelación, que no se hacía desde hace 30 años, es mejorar las condiciones de seguridad y movilidad del peatón con menos escalas y hacer que el sitio se vuelva a convertir en un lugar de encuentro de la población y no un consumidero de drogas y alcohol.
Por eso, aseguró Ríos, el nuevo CAI tendrá una estructura moderna desde la cual se hará el monitoreo de las cámaras del circuito cerrado de televisión que tendrá el parque, habrá más accesibilidad para las personas con disparidad, más sillas y la iluminación será con el sistema led.
Comentó que se espera que para el 30 de noviembre concluya la primera etapa y la segunda, costado oriental y atrio de la iglesia de Santa Gertrudis comenzará cuando finalicen las fiestas navideñas, porque a la comunidad se le prometió que este año el parque tendrá alumbrado.
Se calcula que la obra estará lista en abril o mayo.
La inversión de la Alcaldía en esta remodelación es de $5.870 millones, $5.375 millones de ellos en las obras y el resto en la interventoría.
El concejal de Envigado, Víctor Giraldo, destacó el avance de las obras y el cubrimiento que se está haciendo en las fachadas de los negocios del occidental del parque.
Advirtió que los 28 vendedores estacionarios licenciados van a salir, para lo cual les darán un auxilio de $11 millones para que se ubiquen en locales aledaños y a otros la Alcaldía les ofreció empleo.
Elkin Berrío, quien hace 30 años vende arepas allí, dijo que a los 13 venteros que quedan, los dejarán cesantes, porque $11 millones, menos la retención en la fuente, no alcanzan para ir a otro sitio y, por la edad, nadie les dará trabajo.