Un problema de inseguridad alimentaria se registró hace poco en China, en cadenas como Starbucks y Burger King, todo por cuenta de la comercialización de carne en mal estado.
Y aunque el problema no ha llegado hasta nosotros, por si algo ocurre, es importante tener en cuenta que ver y oler son las condiciones básicas para identificar si el estado de las carnes es óptimo o no para el consumo humano.
Según el nutriólogo
Sandro Gómez Maquet identificar la coloración de las carnes es fundamental para sospechar. Los expertos señalan que no tiene que haber pasado de su fecha de vencimiento para que la carne esté en mal estado y tampoco el color habla de malas condiciones.
Normalmente, la carne de aves de corral puede ser desde color blanco azulado a amarillo y en condiciones óptimas, la carne de cerdo cruda es entre gris y rosada.
Otro aspecto importante es el sabor, "frente a la mínima sensación de que el sabor es diferente es mejor rechazarla, no comerla y dar aviso a la cocina. También es importante verificar que la carne no tenga lama", advierte Gómez.
Si por accidente hay ingesta de carne en descomposición, el internista
Jorge Mario Villa habla de síntomas gastrointenstinales como diarrea, vómito y fiebre.
En otros casos, la descomposición produce bacterias en la carne que como consecuencia pueden generar infecciones intestinales e intoxicaciones y es necesario acudir de inmediato al especialista.