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Con humildad, trabajo y disciplina el técnico Juan Carlos Osorio se ganó un lugar en la historia de Atlético Nacional. El 13 de mayo de 2012 dirigió su primer partido con el verde y empezó con pie derecho al vencer al Junior 3-1 en condición de visitante.
Sin embargo, la mayoría de los hinchas eran escépticos a su estilo de juego. Debió aguantar silbidos, críticas del periodismo e insultos de la tribuna. Hoy, después de cuatro títulos con Nacional, cambió los gritos de "¡burro…, ¡burro…" por los de "¡Osorio…, ¡Osorio…". Ayer, los jugadores lo llevaron cargado hasta Sur, donde fue ovacionado por la barra.
Él siempre se abstrajo de esa situación, nunca crítico a los hinchas, respetó los conceptos del periodismo y los debatió con argumentos. Siguió firme con su idea y el 22 de julio de 2012 consiguió su primer título en la Superliga, ante Junior.
Pese a ese título, Osorio todavía no convencía a la parcial verdolaga, "intentaremos convencer a quienes no creen en este proceso", decía.
El próximo paso en esa persuasión fue el título de la Copa Postobón. El 8 de noviembre de 2012 celebraría ese galardón.
Pero para el paladar exquisito del hincha verde, esos logros todavía no eran suficientes porque el equipo ganaba, pero aún dejaba dudas sobre su funcionamiento.
El técnico Osorio continúo su labor y llegaría su máxima recompensa hasta ahora: el título de la Liga ante Santa Fe (el 18 de julio de 2013) y acumularía varias marcas históricas. El equipo estuvo invicto por 30 encuentros, 14 de esos partidos como visitante.
Llegaría la Copa Suramericana. Tras dejar atrás a Inti Gas, Guaraní y Bahía, quedó eliminado frente al actual campeón de la competición, el Sao Paulo de Brasil, en una serie que estuvo mano a mano.
De esa forma el hincha comenzó a aceptar a Osorio y las críticas negativas se transformaron en elogios.
Con el título de ayer marcó otro hito. Por primera vez un equipo colombiano repite el título de Copa Postobón.
Osorio ya amplió su contrato hasta diciembre de 2014, pero en un año y cinco meses ya dejó huella al brindarle cuatro títulos a Nacional.
El entrenador ha dirigido 111 encuentros en los que suma 64 triunfos, 32 empates y 15 derrotas, para un rendimiento del 67, 2 por ciento.
Si continúa por esa línea, la rotación en Nacional ya no será de nómina, sino de títulos.