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El pasado 12 de agosto tuvo lugar en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, en Bogotá, un insólito acto convocado por esta entidad de reivindicación de víctimas y la editorial Ícono. "Es la primera vez que aquí acogemos a un victimario", advirtió de entrada un representante del lugar, contiguo al Cementerio Central.
En efecto, se trataba de la presentación del libro "Así matamos al patrón. La cacería de Pablo Escobar ", escrito por "Don Berna", a quien se identifica así en la carátula. Bajo la imponente arquitectura subterránea en concreto, los asistentes no cesaron de proferir signos de admiración ante lo que oyeron durante dos horas.
Diego Fernando Murillo Bejarano, "Don Berna", extraditado en 2008, está preso en Miami, donde paga condena de 31 años. En el acto lo representó su abogado Camilo Santacoloma, joven profesional colombiano que no eludió ninguna pregunta de la ávida concurrencia.
Contó que "Don Berna" redactó a mano, que hubo que sacar el original de la cárcel con artimañas dado que los prisioneros tienen prohibido escribir, y que vendrán sucesivos libros con más revelaciones. Julio César Arenas, abogado defensor de derechos humanos de la Corporación Nuevo Arco Iris, editor crítico y anotador del libro, dio fe de la concordancia de los sucesos narrados con diversos documentos de la época.
El texto, con narrador en primera persona, se refiere a bárbaros acontecimientos de la última década en la vida de Escobar. "Don Berna" relata balaceras, asesinatos, alianzas, traiciones, masacres, estallido de bombas, secuestros y otras bellezas, denunciando colaboración entre Gobierno, Fuerzas Armadas, carteles del narcotráfico, jefes paramilitares, DEA, guerrillas, en una palabra, develando un pacto con el diablo.
¿Por qué prende ventilador "Don Berna"? Porque se desilusionó de la verdad judicial que nunca llega, y ahora acude a la verdad social mediante la difusión de ángulos desconocidos de la historia, afirma su abogado. Que se sepa la verdad, pero toda la verdad, es la intención del hombre que tiene sobre su espalda más de cinco mil asesinatos, según el mismo Santacoloma.
¿Arrepentimiento? ¿Exorcismo? ¿Aguijón de la soledad? Cualquiera que sea el motivo de estas letras, el hecho es que con ellas se abre nuevo panorama de victimarios intelectuales y de víctimas que reclaman verdad.