viernes
7 y 9
7 y 9
En el libro Políticas para el desarrollo de la agricultura en Colombia, publicado por Fedesarrollo, se presenta una elocuente gráfica que compara la evolución que desde 1990 ha tenido el índice de producción agrícola de Colombia, el promedio mundial y el de tres países latinoamericanos (Brasil, Chile y Perú).
A diferencia de lo que percibe la opinión pública y de lo que proclaman muchos comentaristas, la agricultura colombiana, antes que destacarse en el mundo o en el ámbito regional como la de mayor dinamismo, es la que presenta, sistemáticamente, el índice de producción más bajo en comparación con el de sus pares latinoamericanos y la media mundial.
La gráfica también muestra cómo, a lo largo del tiempo, los índices de producción de Brasil y Perú crecen a tasas mayores que las de Colombia, lo que genera una brecha de crecimiento cada vez mayor entre la agricultura de estas naciones y la nuestra. Respecto al índice mundial y el de Chile, la brecha original tiende a mantenerse en el tiempo.
La velocidad a la cual aumenta la brecha de crecimiento de la producción agrícola entre Colombia, Brasil y Perú hace evidente dos cosas: el bajo crecimiento de nuestra agricultura y las grandes oportunidades de desarrollo que el país ha perdido en el campo agrícola.
Una parte importante de los logros alcanzados por las otras agriculturas latinoamericanas responde al hecho de que estas se han volcado de manera agresiva y creciente a los mercados internacionales.
Otra gráfica del libro muestra que Colombia tiene el desempeño más pobre al comparar sus exportaciones agrícolas con las mundiales y las de los tres países latinoamericanos mencionados.
Esta gráfica replica los mismos comportamientos del índice de producción e ilustra el fenómeno de crecimiento de las brechas de exportaciones agrícolas entre el resto de países y Colombia.
En ambas gráficas se destaca la acelerada tasa a la que crecen la producción y las exportaciones agrícolas de Brasil y Perú. Esto es producto, como se explica en el libro, del ambiente de políticas públicas que ha prevalecido en dichos países.
Así, una de las decisiones claves en el éxito alcanzado por la agricultura brasileña es la eliminación de los subsidios permanentes al sector. Estos fueron remplazados por el fortalecimiento de la investigación y la innovación agrícolas y el acceso creciente al financiamiento sectorial.
Por su parte, el éxito de Perú se basa en el propósito deliberado de impulsar las exportaciones agropecuarias y de brindar un apoyo amplio y eficaz al desarrollo sectorial, en el que los TLC y la promoción de la producción han desempeñado un papel determinante.
Lo que reflejan los resultados obtenidos por la agricultura colombiana es el hecho de que nuestro país, antes que seguir la ruta de las naciones exitosas, optó por seguir la fórmula del bajo crecimiento y el pobre desempeño. Los pilares de esta fórmula son los subsidios, la protección y la ineficiencia
Gracias a los paros, las protestas y el lobby, este modelo cada vez se afianza más. Irónicamente, ello, antes que impulsar la agricultura, significa asegurar una ruta de fracasos.