El evidente relevo del general
Mauricio Forero, jefe de Inteligencia Militar, es una de las medidas con las que esta institución busca demostrar que este departamento no es una rueda suelta, y, por el contrario, es una de las unidades que más satisfacciones ha dado al país en materia operacional y de seguridad.
Tras el suceso revelado en el que una lista de por lo menos 500 personas —entre las que hay periodistas y personajes cercanos al proceso de paz— estaría en manos del general Forero, el general
Jaime Lasprilla, comandante del Ejército Nacional, anunció investigaciones bajo el argumento de transparencia para adelantar las pesquisas.
La medida fue enviar al general Forero a vacaciones —decisión tomada hace unas semanas—, "para que el Inspector General del Ejército pueda moverse con tranquilidad, diligencia y transparencia, por eso el Comando tomó la decisión; el resto de medidas serán producto de las investigaciones", dijo.
Llegaría el general Martínez
En menos de ocho meses, el puesto del jefe de Inteligencia Militar ha tenido dos cambios por asuntos relacionados, al parecer, con espionaje. El primero, en febrero de este año, cuando se descubrió interceptaciones ilegales a miembros de la delegación negociadora del Gobierno que adelanta el proceso de paz con las Farc. Por ese caso fue destituido el general
Mauricio Zuñiga.
Y esta vez saldría el general Forero, por el listado de correos. El reemplazo, informaron fuentes militares, sería el general
Nicasio Martínez, excomandante de la IV Brigada, quien ya ocupó la jefatura de ese departamento militar.
"Nosotros tenemos que hallar la verdad y contrarrestar alguna versión en nuestra contra, las investigaciones siguen y la Fiscalía está tomando medidas como cuatro órdenes de captura contra cuatro personas", afirmó Lasprilla.
Lista deja interrogantes
Sin embargo, para
John Marulanda, consultor internacional en Seguridad y Defensa, esa lista no es prueba de interceptación, y considera que "la ley de inteligencia dice que cualquier acción de monitoreo no constituye una interceptación de algún tipo", pero enfatiza en que Inteligencia Militar no puede ser una rueda suelta "y por eso se ordenan las investigaciones".
Pero el analista del conflicto armado
Luis Eduardo Celis, observa que los correos y nombres de esas personas generan muchas dudas. "Entonces surgen preguntas como ¿Por qué tienen esa lista? ¿Para qué? ¿Cuál es el objetivo?".
Para Celis, el Gobierno debería aclarar quién la confesionó, "porque hay militares interesados en monitorear el proceso de paz en un marco de ilegalidad".