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En 1978, Portland rompió el paradigma de Estados Unidos, al ser la primera ciudad en eliminar una autopista para construir un parque.
Por este hito empezó a ser reconocida, pero desde los 60, tiempos del auge del movimiento hippie y de la contracultura, empezó a pensar en priorizar el espacio peatonal por encima del destinado al automóvil, en una red de transporte público y multimodal de gran cobertura y en la gestión eficiente de los recursos naturales, por lo que hoy se le conoce como la Ciudad Verde de Estados Unidos.
Con sus 584.000 habitantes, no es la más poblada de la nación norteamericana, sí la más grande del estado de Oregon y, con sus políticas, logró, por ejemplo, ser la urbe de este país en la que la gente más se mueve en bicicleta, con el 7 % de los viajes diarios en este medio de transporte.
En el mundo es referente en desarrollo y en movilidad sostenibles, junto a otros como Ámsterdam (Países Bajos), Copenhague (Dinamarca) y San Francisco (E.U.).
El Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), con el apoyo de BSD Consulting, organizó un conversatorio en el que estuvieron expertos de la Agencia de Desarrollo de Portland y de algunas empresas que han participado en la transformación de esta ciudad.
En Portland hay cerca de 160 edificios con certificación Leed, desarrollada por el Consejo Estadounidense de Construcción Sostenible para edificaciones con eficiencia energética y en consumo de agua y que cuentan con materiales amigables con el ambiente.
Allí, buena parte de las empresas implementa sistemas de gestión de aguas lluvias y grises, lo que ha permitido que los ríos que tocan la ciudad (el Columbia y el Willamette) estén más limpios que hace 10 años.
Además, de acuerdo con datos del CCCS, junto a la calidad ambiental mejoró la economía. Las emisiones de carbono están 8 % por debajo del nivel de 1990, mientras que el empleo aumentó el 13 % y los sueldos ajustados a la inflación crecieron el 30 %.
A escala humana
¿Qué pueden aprender de esta experiencia Medellín y, en general, el Valle de Aburrá?
Al conversatorio fueron invitados Kirk Davis, ingeniero electricista de Glumac, empresa que se enfoca en el diseño de tecnología e instalaciones sostenibles y económicamente eficientes; Patrick Quinton, director ejecutivo de la Agencia para el Desarrollo de Portland; Mauricio Villarreal, cofundador de Place Studio, taller de diseño de arquitectura, paisajismo, planeación urbana y escultura, y Lucas Posada, arquitecto de GBD Architects, firma especialista en planeación urbana, diseño y desarrollo de proyectos sostenibles.
De la exposición, Cristina Gamboa, directora ejecutiva del CCCS, destacó que Portland ha logrado desarrollos importantes a escala de la gente y en el acceso a la movilidad, que los ciudadanos no tengan que tomar el carro particular para todo, sino que también cuenten con buen transporte público y espacios para el ciclista y el peatón, como opciones para una movilidad más fluida y menos contaminante.
Resaltó también los manejos del agua y la energía en forma de distritos sostenibles que, como conjunto de edificaciones, buscan consumir estos recursos de forma eficiente y reutilizar lo máximo posible.
"Hace 20 años el río estaba muy contaminado y fueron trabajando de modo que desde la edificación se filtren las aguas negras y se limpien. Esto reduce la carga de contaminación de los ríos", anotó.
La directora ejecutiva del CCCS dijo que un grupo de edificios comparte en su paisajismo como una especie de humedal que usan para reutilizar aguas lluvias en sanitarios y en riego, por ejemplo.
En esa ciudad "el que contamina paga", anotó.
En cuanto a la energía, explicó que varias edificaciones comparten sistemas para refrigerar o calentar el aire, dependiendo de las condiciones climáticas.
Adicionalmente, señaló que es de las ciudades del mundo con más paneles solares que generan energía para consumir en oficinas y residencias.
"Sobre lo de las aguas lluvias para los sanitarios, al principio la autoridad local dijo que no, pero luego vio que era una forma lógica de proceder. Se zanjaron las diferencias entre los sectores público y privado. Se necesita ese diálogo. En Portland están todos los sectores de la sociedad en la misma tónica de desarrollo", agregó. En este sentido, son importantes las alianzas público privadas.
Subrayó que aunque existe el mito de que la sostenibilidad cuesta más, no es así, porque se puede ser innovador con el mismo presupuesto. "Lo importante es reflexionar y no seguir haciendo las cosas igual".
Con respecto a Medellín, conceptuó que "tiene planes de sostenibilidad muy interesantes, como el urbanismo social con el que se cambiaron pedazos complejos por entornos con colegios, bibliotecas, transporte público. Ahora Bogotá le tiene que aprender mucho a Medellín", dijo y aclaró, sí, que las montañas de la capital paisa dificultan el uso de la bicicleta.
Cambio de paradigma
Por su parte, Carlos Cadena Gaitán, integrante del colectivo La Ciudad Verde, considera que esta urbe estadounidense es muy interesante "porque es de las pocas ciudades que se desviaron del patrón de desarrollo reinante en ese país. En las otras se fueron por el espacio mayor para los automóviles, en tanto que allí se planeó en torno al transporte público colectivo y a las altas densidades".
También resaltó la apuesta por la bicicleta. "Portland ha tocado el 10% de viajes diarios en bicicleta y esto ha cambiado mucho la cara de la ciudad, mientras que Bogotá solo llega al 5 % y en Medellín si acaso se alcanza el 1 %. Además, trabajan la cercanía a los grandes ejes de transporte público colectivo. Ellos tienen tren ligero, tipo tranvía".
Cadena, investigador doctoral en movilidad sostenible de la Universidad de Naciones Unidas, de Holanda, resaltó el esfuerzo de la ciudad estadounidense por cambiar la forma como estaban planeando la ocupación del territorio.
Se propició la mezcla de usos del suelo, lo que hizo que la población acceda a casi todos los servicios cerca de casa.
"En Estados Unidos es la ciudad modelo en movilidad sostenible; ahora está pasando algo así en Nueva York y San Francisco".
Esto, apuntó este experto, es fundamental, pues indicó que el transporte es responsable de tres cuartas partes de la contaminación ambiental moderna.
En relación con la autopista que eliminaron para construir un parque, dijo que fue similar a lo que en Medellín se pretende con el Parque del Río, con la salvedad de que en la capital paisa las vías no desaparecerían, sino que partes de ellas serían soterradas.
En Portland, añadió, solucionaron este punto de la movilidad con una autopista que no entra a la ciudad y que ya existía, con el concepto de "saltarse la ciudad en vez de pasársela".
En el área metropolitana viven 2,2 millones de personas, frente a los 3,5 millones del Valle de Aburrá.
No tener una población tan alta, señaló Cadena, también le ayuda a aquella urbe norteamericana a implementar estas políticas.
"En Medellín decimos que supuestamente no podemos dejar de construir infraestructura para los carros porque hay muchos, pero aquí el número de carros per cápita es muy bajo, aunque vamos hacia tener uno per cápita. Aquí apenas estamos empezando a motorizarnos y estamos a tiempo de aplicar medidas que propendan por la movilidad sostenible", comentó.
"Especie de franquicia"
José Fernando Ángel, arquitecto urbanista y exsecretario de Tránsito de Medellín, afirmó que en Portland se desarrolló la teoría de los edificios verdes e incluso es la sede de las oficinas de la certificación Leed.
Para Ángel, esta urbe es un modelo, como también lo es Vancouver (Canadá). "Uno ve edificios grandes. El problema no es de densidad ni de dimensión, sino de su relación amigable con el medio ambiente, de consumo eficiente de energía. Que los edificios, más que ahorrar energía, la produzcan", señaló.
En cuanto a los techos verdes, otra práctica frecuente en Portland, explicó que son techos jardines. "Uno de cinc devuelve todo el calor a la atmósfera, en cambio en el verde las plantas hacen la fotosíntesis y se genera menos reflexión. Los edificios más avanzados limpian sus propias aguas antes de verterlas y producen a veces abonos en sus techos".
Ángel elogió la filosofía Leed y las prácticas de Portland, pero cuestionó que "es una especie de franquicia que se vende en el mundo entero y esa es un poco mi duda, porque de Estados Unidos nos vendieron el problema y ahora la solución".
Para el urbanista, es mejor "hacerlo local, a lo colombiano, porque termina uno desechando la industria nacional. Usar aguas lluvias para soltar sanitarios, calentar agua con energía solar. Paneles solares y otras tecnologías, al principio generan algún sobrecosto, pero en dos años se libra la inversión".
Concluyó diciendo que las ciudades, incluyendo los edificios, deben ser sostenibles, con transporte público masivo de calidad y clasificación de desechos desde la fuente. "Si usted separa los residuos, tiene tres materias primas muy valiosas: componentes orgánicos, reciclaje y energía".
Plano local
Teniendo al metro como eje, Medellín viene trabajando por acercarse a la movilidad sostenible.
En sus 18 años de funcionamiento, el metro ha movido a 2.253,3 millones de usuarios.
La cifra demuestra la importancia de este medio que, aunque no es el más demandado en los 5,6 millones de viajes que se hacen cada día en el Aburrá (primero están otros, como la caminata y el bus), sí es el eje del transporte metropolitano.
Porque no solo son los trenes. Metrocables, buses articulados y padrones se sumaron a un sistema en el que, en torno a 63 estaciones, funcionan rutas integradas y alimentadoras, otros medios de transporte, comercio, relaciones sociales y más elementos de la vida urbana.
Son 670.000 ciudadanos los que viajan a diario en el sistema metro. Otros miles lo hacen caminando, en buses no integrados, en taxi, auto particular, moto y bicicleta que, con el programa Encicla, es parte importante del Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá (Sitva).
El alcalde, Aníbal Gaviria Correa, y el director del Área Metropolitana, Carlos Mario Montoya Serna, han sido enfáticos en la necesidad de recuperar el río Medellín, tanto en el sentido de descontaminarlo, como en volverlo el centro de un gran espacio público.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá coordina la Red de Monitoreo que, con 12 estaciones sobre el río y 23 en quebradas, mide el Índice de Calidad del Agua (ICA), escala que comprende las calificaciones muy mala, mala, regular, aceptable y buena.
La calidad del río mejora despacio. Con un trabajo arduo de las autoridades, que incluye una inversión del Área de 214.000 millones de pesos entre 2012 y 2015, alcanza niveles regulares en algunos tramos.
Montoya ha dicho que "cuando se instalen los colectores que faltan en el sur y la planta Norte, podemos pasar a una calidad del agua aceptable, que es un río con mejor color, olor, volumen y vida en torno a él, no en él. Tener vida en él, peces, es una aspiración difícil en los próximos 10 años".
Y el Parque del Río es uno de los proyectos más grandes del alcalde.
Requerirá una inversión de dos billones de pesos. La obra está planteada desde Caldas hasta la estación Madera, en Bello. Son 28,1 kilómetros, 423 hectáreas. De ellos, 19,8 kilómetros, 327,5 hectáreas, en Medellín, tramo para el que las autoridades hablan de una posible concesión de 30 años.
En cuanto al manejo de desechos, la capital paisa trabaja fuertemente en el reciclaje. Sin embargo, está lejos de la meta de recuperación de residuos sólidos.
La secretaria de Medio Ambiente, Ana Milena Joya Camacho, ha dicho que en la ciudad se generan unas 2.200 toneladas de basura cada día, de las que se recupera el 12 %, que equivale a 264 toneladas. No obstante, ha mencionado que, en promedio, del total de residuos sólidos se puede recuperar el 30 %, que son 660 toneladas.
En consumo de agua y energía, EPM, cuyo gerente es Juan Esteban Calle Restrepo, lidera campañas para motivar el ahorro y uso eficiente de estos recursos por parte de la comunidad.
Y la ciudad cuenta con cinco edificios con certificación Leed y 12 precertificados o en proceso de recibir esta calificación. La construcción sostenible muestra avances, sobre todo en obras institucionales, puesto que falta más en las de vivienda.
Esta es una muestra del panorama local, que podría ser complementado con las enseñanzas de Portland.