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En una clara crítica a los pronunciamientos que han hecho los plenipotenciarios de las Farc sobre las protestas que suceden en el país —sobre todo la del Catatumbo—, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, advirtió ayer que el proceso de paz no es para hacer política.
Textualmente, De la Calle dijo: "Quiero recordar para qué estamos aquí dialogando en La Habana: este no es un proceso de conversaciones para que las Farc hagan política, sino para pactar el fin del conflicto".
Las Farc también enviaron un comunicado por el inicio del ciclo y en él hablaron de la tierra y del Catatumbo: "Es hora de abandonar el argumento rebuscado de que no se dará paso a la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo por su ubicación geográfica colindante con la República Bolivariana de Venezuela".
Los guerrilleros señalaron que se le está dando un tratamiento infame a las protestas del Catatumbo y criticaron un proyecto de ley que será presentado por el Gobierno "como supuesta solución salomónica para que los forajidos enmascarados que ostentan un gran músculo financiero y han actuado con probado ingenio delictuoso en sus labores de acaparamiento de tierras y Unidades Agrícolas Familiares, no vayan a perder su inversión".
Y así, en medio de tensión se reanudaron ayer los diálogos, con una semana de retraso y con el antecedente del asesinato de 15 militares en Arauca por parte de las Farc y de los que, según precisó Medicina Legal, tres murieron por tiros de gracia.
Pese a las tensiones, Humberto de la Calle recordó que con este punto se trata de crear condiciones para que las Farc se transformen en una "organización legal" y puedan ejercer la oposición desde la democracia, "sin armas... una vez se hayan desmovilizado". Y aclaró que el compromiso no sólo debe venir del Estado, sino también de la guerrilla.
"Las conversaciones deben generar obligaciones para ambas partes. No se trata solo de que el Estado otorgue garantías. También corresponde a las Farc blindarlas, para que cese la violencia, para que las víctimas estén en el centro de sus preocupaciones, para que todo ciudadano pueda hacer política sin intimidación", dijo.
Las "diferencias" agrarias
Mientras Humberto de la Calle recordó el logro del primer acuerdo sobre el punto uno de la agenda: el tema agrario. Y afirmó: "Dijimos en el comunicado conjunto dado a conocer en su momento, que lo convenido en este acuerdo ‘será el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia con equidad y democracia’".
Las Farc criticaron las políticas agrarias del Gobierno: "De nada serviría hablar en La Habana de la limitación de la propiedad de la tierra, del freno a su extranjerización, de su formalización a favor de los pobres y de la soberanía nacional, si el gobierno convierte lo acordado en palabras vacías que se las lleva el viento".
Rifirrafe Santos-Uribe
El asesinato de los soldados fue ayer la nueva manzana de la discordia entre el presidente Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez.
En su visita a Norte de Santander, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que hay personas que buscan "exacerbar" las aparentes contradicciones del proceso para que este fracase.
"Si bajamos la guardia, no habrá ningún incentivo para finiquitar el conflicto en el futuro cercano. Hay quienes quieren exacerbar la supuestas contradicciones del proceso, nos dicen ‘paren el proceso’, porque nos asesinaron 15 soldados en Arauca, como nos asesinan soldados prácticamente todos los días. Pero es que lo que tenemos que entender es que estamos en medio de una guerra, ese es el costo de la guerra. Por eso es que estamos queriendo finiquitar la guerra, para poder tener una Colombia que viva en paz", dijo Santos.
Después de esto, en su cuenta de Twitter, el expresidente Álvaro Uribe Vélez señaló que Colombia no está en medio de una guerra, sino que "está gobernada por quien igualó a nuestros soldados con los terroristas. Está regida por un gobierno que hace lo contrario a lo que prometió". Además, señaló que "el Gobierno abandonó a los campesinos a la suerte de la extorsión y abandonó a las ciudades al microtráfico".
Y también señaló en esa red social: "Pte (sic) Santos Colombia no ‘está en guerra’, por desfortuna (sic) su Gbno (sic) trata de justificar el asesinato de los soldados".
Ya había dicho Uribe Vélez el sábado en Ibagué, en medio de un taller del Centro Democrático, que "mientras estamos sentados con los cabecillas de las Farc, estos se sienten autorizados para asesinar (…). Los cabecillas del terrorismo están en La Habana disfrutando de la impunidad".
Sobre negociar en medio del conflicto y no dar la posibilidad de un cese el fuego, como han pedidos los comandantes farianos y el mismo Eln, también se refirió Humberto de la Calle: "El Gobierno tomó la decisión de no pactar un cese al fuego, salvo naturalmente a la finalización del conflicto cuando lleguemos a un acuerdo. Lo que queremos es terminar la guerra, no prolongarla. Buscamos un acuerdo para que no haya más violencia, para evitar más muertes absurdas. Estas conversaciones, tal como lo señaló el Presidente Juan Manuel Santos esta semana, se dan en medio del conflicto".
Además, en su intervención, el jefe plenipotenciario afirmó que una vez se firme el fin del conflicto armado "la guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto".
La refrendación
Desde el principio la negociación ha estado transversalizada por un concepto: Nada está acordado hasta que todo esté acordado. Ahora, Humberto de la Calle insistió en que la última palabra de los posibles acuerdos la tendrán los colombianos que participarán a través de un mecanismo de refrendación.
Las Farc han persistido en esta idea y han reiterado la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente, propuesta no muy bien recibida. Aunque el analista el analista León Valencia aseguró que así se alimenta el debate nacional, pero no más: "Allí está muy claro que es la agenda acordada y nada más. Lo otro son propuestas ahí para la galería".
El ministro del Interior, Fernando Carrillo, ha dicho en varias oportunidades que no habrá tal mecanismo de refrendación. Lo mismo dijo en la legislatura pasada el senador Roy Barreras, quien afirmó que el Congreso no dejará pasar una Constituyente.
A esto se suma la controversia del Marco Jurídico para Paz, instrumento de justicia transicional que implementaría el Gobierno si se firma el fin del conflicto. Y pese a las advertencias de impunidad que podría existir el presidente de la República, Juan Manuel Santos, aseguró que no habrá impunidad para guerrilleros y que en estos momentos se están tratando de definir los alcances de las penas que enfrentarían los militantes de ese grupo armado.
Así, comienza el duodécimo ciclo en las conversaciones paz. El Gobierno ha insistido en lo ideal de llegar a un acuerdo en noviembre, pero la estadística les es contrario: aún faltan cinco puntos de la agenda por solucionar.