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Engañar a una persona, llevarla a otro país, obligarla a realizar trabajos sexuales y violar su misma humanidad, es lo que se ve día a día, en todas partes del mundo y que se entiende como trata de personas o de blancas.
Este "crimen atroz de esclavitud moderna", como lo califica el ministro del Interior, Fernando Carrillo, se ve en todas las latitudes, no solo en Colombia y afecta a cerca de dos millones y medio de personas al año.
Para combatir el flagelo, se creó en el marco del II Congreso de Autoridades Migratorias, que se realizó hasta este viernes en Medellín, una red iberoamericana que coordinará esfuerzos y compartirá información internacional, no sólo para conocer las modalidades en que se realiza la trata de personas en el mundo, sino también para concientizar a la ciudadanía y hacer un llamado para que denuncien, pues las cifras de hoy son apenas de dos dígitos, “en realidad se trata de cientos de casos que no se informan”, indicó Carrillo.
Uno de los problemas, es que el delito muta en cantidad de formas. Hay un tipo de trata de personas, que "es el más común", como señala Sonia Eljach, Directora de Asuntos Políticos de la Cancillería; pero también existe el tráfico de personas para pasar droga por fronteras, para extracción de órganos e incluso para hacer trabajos en condiciones deplorables.
Otra situación que hace difícil el combate a este delito mundial, es su rentabilidad. "Es un negocio muy lucrativo, se estima que después del narcotráfico, la trata de personas, es el negocio ilícito que produce más ganancias para los delincuentes internacionales", agregó Eljach.
Argentina, destino regional
A pesar de que no hay ningún país en el mundo que se escape del tráfico de personas, se han identificado, según la región del planeta, algunos países que asumen como receptores y otros que lo hacen como emisores.
En América Latina, Argentina es el principal receptor y Colombia se entiende como país emisor de personas, sobre todo mujeres, que son enviadas "mediante coacción, engaño, fraude o amenazas", agregó Eljach.
Pero, como señalan tanto Carrillo como el general Rodolfo Palomino, de la Policía Nacional, lo que se conoce es poco, pues las investigaciones no llegan a un centenar y se sabe que "hay muchas personas que no denuncian", indicó Palomino.
Medellín y el turismo sexual
En Colombia, el Valle del Cauca, Antioquia y el Eje Cafetero, son los sitios de mayor número de denuncias y casos que hoy se conocen.
El Ministerio del Interior, para enfrentar la situación nacional, ha creado comités encargados para conocer la situación de la trata de personas en cada uno de los departamentos, 32 se han creado en los últimos años.
Medellín, en este contexto, se ha visto "como una ciudad para el turismo sexual", indicó Yomar Andrés Benítez, subsecretario de Derechos Humanos de Medellín. De ahí que se haya creado un Comité Municipal de Lucha Contra la Trata de Personas, "que es el primer escenario de institucionalización del asunto en la ciudad".