La competitividad entendida de acuerdo al Reporte Global de Competitividad como el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país, es impulsada por muchos componentes que dicho reporte agrupa en 12 pilares. Aunque uno de ellos, se refiere de forma específica a la salud y a la educación, existen estrechas interrelaciones entre este pilar y otros, como el pilar Institucional.
El Reporte 2013-2014 ubica nuevamente a Colombia, tal como en 2012, en el puesto número 69 en el índice global de competitividad (IGC), pero en el puesto 98 en el índice específico asociado a la Salud y la Educación, y en el 110 en el índice Institucional. El reto de mejorar el lugar de Colombia en el pilar Salud y Educación implica la disminución del impacto que sobre la economía tienen la prevalencia de la malaria (puesto 102), la tuberculosis (puesto 94) y el VIH (puesto 98), además de mejorar estadísticas sanitarias como la esperanza de vida (puesto 72) y la mortalidad infantil (puesto 77).
La reforma de salud que se encuentra actualmente en curso, apunta a los mencionados pilares de competitividad. Al pilar institucional, al pretender reconfigurar la prestación de los servicios, creando nuevas instituciones como el asegurar único - Salud Mía, las Áreas de Gestión Sanitarias, las Redes de Prestación de Servicios de Salud muy similares a las Redes Integradas de Prestación de Servicios introducidas en una reforma anterior, y transformando otras, al pasar de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) a los gestores de servicios de salud (GSS). Con relación al pilar de la salud en particular, el proyecto de Ley refuerza la noción de integralidad en la atención con miras a mejorar el acceso, la continuidad, y por lo tanto, las condiciones generales relacionadas con la salud de los colombianos; a su vez, propone evaluar la prestación de los servicios de salud mediante un sistema de indicadores entre los que se incluyen las dimensiones de calidad y resolutividad, y plantea la periódica evaluación del sistema en su conjunto que considera tener en cuenta los resultados de las políticas de salud pública.
Pese a lo atractivo de estas iniciativas existen muchos retos de implementación, al mismo tiempo que preocupan varios aspectos, como la asignación al gobierno del papel de asegurador único, pues aunque puede lograrse mayor eficiencia al contar con sólo un recaudador y pagador único, los resultados del último reporte con relación al listado de factores más problemáticos para llevar a cabo negocios en cada país, arrojó como el más importante, el de la corrupción. El pilar institucional ubica a Colombia en el puesto número 106 en el ítem despilfarro del gasto público, 109 en el de favoritismo en las decisiones de los funcionarios del gobierno, y 129 en el de desviación de fondos públicos.
Es pertinente además preguntarse si tantos intentos reformistas del sistema se encuentran afectando positiva o negativamente la competitividad, vía, por ejemplo, gasto en salud o percepción y confianza ciudadana sobre las instituciones que rigen el Sgsss
*Grupo de Economía de la Salud de la Universidad de Antioquia.