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"La prioridad para la Superintendencia de Sociedades y para mí, como promotor del acuerdo de reorganización del Grupo CDO, es atender a las familias que han sido evacuadas de los proyectos habitacionales que registran fallas estructurales".
Así lo señaló a este diario Alonso Sanín Fonnegra, el abogado que la Supersocidades designó el pasado 27 de junio de 2014 como agente promotor del acuerdo de reorganización empresarial de las cinco firmas constructoras que conforman el Grupo CDO.
Sanín, quien ha manejado por lo menos 15 procesos similares, considera que como de por medio hay más de 1.200 personas afectadas, lo práctico para buscar un acuerdo con ellas, en su condición de acreedores, es que se hagan representar en este proceso. Eso, sugiere, lo podrían hacer a través de quienes administran las copropiedades, pero también por intermedio de los abogados que vienen manejando las demandas de orden civil.
Así lo propondrá hoy, en la reunión que se efectuará en la Alcaldía de Medellín, bajo la convocatoria de la Supersociedades, que pretende informar a las familias afectadas sobre los detalles de un proceso de reorganización como el que actualmente se adelanta.
Según los datos que tiene Sanín Fonnegra, la solución de la crisis de CDO puede costar del orden de 130.000 millones de pesos. El monto es inferior a lo estimado por la Supersociedades, de 220.000 millones de pesos. La diferencia entre ambas cifras está, según se colige, en que en el segundo escenario CDO compraría los apartamentos de quienes se niegan a vivir en los edificios rehabilitados.
El promotor no tiene la certeza jurídica de que CDO esté obligado a ello, por lo cual en sus cálculos lo que se incluye es el valor de las repotenciaciones de los 11 edificios que han mostrado falencias en sus estructuras, al igual que el pago de los auxilios de habitabilidad. Dentro de ese paquete falta ver si están contabilizados los valores que los propietarios esperan que se les reconozcan, por concepto de perjuicios, pues argumentan que sus inmuebles han sufrido una pérdida de valor que, ni en el corto ni en el mediano plazo, podrán recuperar.
Uno de los inconvenientes que debe enfrentar el promotor hoy es que quienes habían comprado apartamentos a CDO y aún no habían cancelado sus cuotas iniciales, frenaron los pagos. Con ello se ha afectado la liquidez de la compañía, o sea los dineros que precisa para seguir operando y atender las contingencias. Sanín reporta que hubo clientes que pidieron cambio de proyecto.
Consultado sobre el caso de quienes desean reversar el negocio y exigen la devolución de su plata, el abogado advirtió que dentro del proceso de reestructuración toca esperar la debida autorización de la Súper.
Sobre por qué la Supersociedades no embargó todos los bienes de CDO, el promotor dijo carecer de una respuesta, pero advirtió que esa facultad se puede ejercer en cualquier momento, si se ve que es necesario.