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La llamada a su celular la recibió el periodista el sábado en la noche luego de terminar sus labores y dirigirse a su casa.
Al otro lado del teléfono, una voz le decía a Luis Carlos Cervantes, corresponsal de Teleantioquia Noticias en Tarazá, que "no sacara más cuestiones de la Alcaldía".
Luis Carlos escuchó la llamada que por décimo primera vez en nueve meses le advertía que debía dejar esta tierra.
"Estamos cansados de advertirle que se vaya de Tarazá y de Antioquia y no vaya a sacar lo de las vacunas que dan algunas entidades a las bacrim", dijo el corresponsal que fueron las palabras de aquella voz intimidante.
Una semana antes, la periodista Mary Luz Avendaño, corresponsal de El Espectador en Medellín, también fue víctima de intimidaciones.
Según Avendaño, una de sus fuentes "recibió una llamada en la que le exigían que le dijera a ella que dejara de publicar maricadas (sic) o si quería el premio gordo".
La periodista manifestó a este diario desconocer exactamente la procedencia de tales amenazas, pero aseguró que "los niveles de alerta comenzaron cuando el 11 de junio publiqué un artículo sobre alias 'Mi Sangre'. En ese momento muchas personas me manifestaron que tenía que cuidarme porque el artículo había generado mucho ruido".
Avendaño comentó que los niveles de alerta aumentaron luego de hacer público la presunta alianza de algunos policías con bandas criminales, lo que conllevó a la destitución de algunos efectivos y la investigación de otros.
"Fuentes cercanas me dijeron que esto había generado mucha incomodidad, que debía tener cuidado porque era una situación muy delicada", comentó Avendaño.
Detrás están "los Urabeños"
Los dos periodistas amenazados cuentan con protección de las autoridades. Avendaño manifestó que desde el primer momento en que comentó a las autoridades, el general Yesid Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana le brindó un esquema de seguridad.
"Nosotros sabemos a que tipo se enfrenta, no la vamos a dejar sola", fueron las palabras de Vásquez a la periodista de El Espectador.
Cervantes también cuenta con un esquema de seguridad debido a las múltiples amenazas que ha recibido por sus continuas denuncias de corrupción en el Bajo Cauca antioqueño.
Fuentes de inteligencia policial de esa zona precisaron que al parecer detrás de las amenazas en contra de Cervantes están "los Urabeños" y desde la Policía Nacional señalaron a Henry de Jesús López alias de "Mi Sangre", como el autor de las amenazas en contra de Avendaño.
El director de la Policía Antinarcóticos, general César Augusto Pinzón Arana, declaró que "Mi Sangre" está sindicado de pertenecer a "la Oficina" y al parecer tiene vínculos con Maximiliano Bonilla, alias "Valenciano".
Voces de solidaridad
Luego de las amenazas, diferentes entidades como la Asociación de Periodistas de Antioquia (APA), la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) y el Comité Metropolitano de Impulso a Mesas de Derechos Humanos, rechazaron las intimidaciones y el asesinato del periodista Luis Eduardo Gómez en Arboletes el pasado 30 de junio.
En un comunicado, Apa solicitó "a la Fiscalía General de la Nación que investigue estos hechos que atentan contra la libertad de prensa y contra las garantías mínimas que requiere todo periodista para ejercer su profesión, de manera que lleve a juicio a los responsables".
El Comité Metropolitano de Mesas de Derechos Humanos repudio estos hechos y manifestó que "no solamente atentan contra la libertad de expresión, si no que expresan una posible oleada de terror, amenazas, intimidaciones y homicidios a la población civil y en este caso, a los periodistas".
Según datos de la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper), en 2010 se presentaron 189 agresiones contra periodistas, entre los que se cuenta 7 homicidios, una violación sexual y 4 atentados contra medios de comunicación.