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La implementación de estrategias de responsabilidad social se ha convertido en un factor clave dentro del plan estratégico de grandes compañías, pasando de ser un tema obligado y acartonado para transformarse en una inversión.
Estos compromisos sociales, ambientales y económicos permiten además que las organizaciones puedan trabajar en forma integral con empleados, proveedores, clientes y comunidad en general.
Banco de Millas es uno de los programas de Avianca Holding que destaca su compromiso con la responsabilidad social trasladando menores de edad de bajos recursos para que puedan recibir atención médica especializada sin tener que asumir los gastos de transporte.
Según el último informe de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de esta Compañía, la estrategia se ha mantenido con sus aportes de millas y de los socios del programa viajero frecuente LifeMiles, beneficiando a 338 personas con un recaudo de más de seis millones de millas.
Entre las iniciativas de Holding se destacan también Avianca Solidaria, que apoya la atención en crisis sociales, desastres naturales, y políticas ambientales que trabajan en diferentes estrategias de consumo de materiales, residuos, emisiones y contaminación acústica.
Pero este es solo un modelo que da cuentas del enfoque que tienen las organizaciones hoy. Según afirma Sandra Patricia Sierra Vélez, directora ejecutiva de la corporación Fenalco Solidario, entidad que entrega el Certificado en Responsabilidad Social en Colombia, CRS, aunque es claro el compromiso de las grandes empresas también es importante reconocer lo que hacen hoy pequeñas y medianas.
“Están entendiendo que si no son viables a nivel social o ambiental no van a ser competitivas en el mercado, es decir que no van a poder ser los proveedores de las grandes empresas”, explica.
Certificación nacional
Ivanagro, mipyme dedicada a la comercialización y distribución de medicamentos veterinarios e insumos agropecuarios, es una de las empresas que ha dejado atrás el mito de que la responsabilidad social es para las grandes compañías.
A través de una inversión público privada, de cerca de tres mil millones de pesos, de los cuales aportó un 35%, desarrolló un aplicativo veterinario que les permite consultar a cerca de 1.000 pequeños empresarios, información especializada de diferentes especies de animales: bovinos, porcinos, equinos y de compañía. Esto ha facilitado tanto los procesos comerciales como la relación con el cliente.
“Las pequeñas empresas muchas veces no cuentan con recursos suficientes para ser más competitivas. Responsabilidad social es apoyarlas para que su crecimiento y sostenibilidad sean posibles. Esto en el largo plazo además de generar empleo, incrementa la calidad de vida de las personas involucradas”, dice Iván Franco, gerente de Ivanagro.
Y es que para Franco las empresas medianas también tienen el deber de incluir dentro de su actuar, estrategias que no solo beneficien a sus empleados. Enfatiza en que las prácticas sociales, además de favorecer a la comunidad, le garantizan la sostenibilidad de su negocio.
Ivanagro pertenece a las más de 560 empresas que han recibido el CRS por parte de Fenalco Solidario, las cuales durante el 2013 invirtieron cerca de 239.000 millones de pesos en acciones orientadas al medio ambiente, Estado, comunidad, clientes, proveedores, competencia, empleados y accionistas.
Según indica el último informe de la Corporación, el 48 por ciento de las organizaciones certificadas son pequeñas, mientras que el 31 son medianas, y el 21 restante son grandes. Además, se evidencia que la mayoría pertenecen a los sectores de servicios e industria.
Sandra Sierra explica que todas las empresas legalmente constituidas pueden postularse para acceder al CRS. Dice además que lo más importante es que los líderes al interior de las mismas demuestren un interés genuino y adquieran un compromiso.
La Corporación realiza un diagnóstico inicial, con un asesor personalizado en las diferentes líneas de interés, para establecer cuál es la situación actual de la empresa en términos de sostenibilidad y responsabilidad. Luego realizan recomendaciones e inician un proceso para reforzar los puntos débiles. Finalmente hacen un seguimiento constante para medir el compromiso y así adquirir el certificado.
“Tener el certificado es comprometerse y decirle a los públicos de interés: soy socialmente responsable. Ellos son los grandes veedores de nuestra gestión”, resalta. Agrega que los líderes de las organizaciones deben tener un interés genuino.
Compromiso con el ambiente
Macrollantas empezó a hablar de responsabilidad hace 10 años con la intervención de la corporación Fenalco Solidario, desde entonces se ha comprometido a renovar constantemente su certificado y reforzar, principalmente, su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Este taller de mantenimiento preventivo automotriz recolectó durante 2013, 28 toneladas de residuos, lo cual le representó 50 millones de pesos para el Fondo de Empleados. Hernando Echeverri Montoya, su gerente, indica que, incluso, gran parte de los desechos recolectados son donados a la Cooperativa de Recicladores de Medellín, Recimed.
Además están fomentando dentro sus clientes una cultura de buenos hábitos de conducción para mejorar el rendimiento de las llantas, pues con el cierre de la planta de reciclaje Mundo Limpio, entidad que las recibía, la contaminación que generan aumenta cada vez más.
Echeverri Montoya, afirma que su compromiso ambiental no para aquí y ahora se disponen a realizar la medición de Huella de Carbono. Esta es la nueva estrategia de Fenalco Solidario que le permitirá a las empresas identificar cuál es su impacto ambiental y cómo pueden mitigar y compensar.
Y es que cerca del 82 por ciento de las empresas que tienen el CRS se encuentran desarrollando acciones en esta línea y en ello invirtieron el año pasado más de 27 mil millones de pesos.
“Nos dicen en las encuestas que las intenciones de comprar se están fortaleciendo por los temas ambientales, y esto no es sólo en Colombia sino en el mundo, entonces vemos que para generar competitividad las organizaciones deben informar de manera transparente qué impacto negativo o positivo está teniendo, y si es negativo cuál va a ser su plan de mitigación o de compensación”, expone Sandra Patricia.
Después de dos años de estudios y un análisis juicioso, Fenalco Solidario identificó la importancia de poner en marcha Huella de Carbono y en un mediano plazo continuar con Huella Hídrica. Así, con la medición, los empresarios podrán tener en cuenta el impacto ambiental que tiene cada uno de sus productos.
La directora Ejecutiva de Fenalco Solidario finaliza indicando que la idea es convertir grandes iniciativas en cosas sencillas para los empresarios. “En una organización hacer una medición que valga 20 millones de pesos es muy difícil, entonces traducimos también, a partir de las sinergias que tenemos, que sea de acceso para cualquier organización”