viernes
7 y 9
7 y 9
Con una nariz de payaso como única herramienta, Martha Jacqueline Moreno e Ivonne Jeggey se dieron a la tarea de trabajar por los niños de la calle.
"Pronto vimos que la respuesta de estos pequeños era diferente en las montañas del sur de Bogotá y cambiamos de método", recuerda Martha Jacqueline.
Así nació la Fundación Laudes Infantis, hace poco más de una década, con un marcado énfasis en la atención de niños entre cinco y 18 años, si casa ni hogar.
Pero los menores no están solos y el trabajo se refleja en toda la comunidad. El éxito de su misión social y humanitaria radica en el trueque.
"A nadie se le regala nada, sea adulto o niño. Todo el mundo tiene algo que dar", señala Martha Jacqueline.
En total 3.500 familias, unas 15.000 personas participan de este sistema de negociación equitativa que luego replican en sus hogares. "Esto ha permitido una importante reducción de la violencia intrafamiliar". Se estima que en Colombia dos millones de infantes son maltratados al año.
Hoy tienen cuatro bancos de truque, con sus respectivos gerentes, donde se aplica una cartera de intereses a quien falla. "Si un niño de cinco años necesita ir al comedor, debe ir dos veces a la semana a la biblioteca. Si solo va una vez entra en mora", cita como ejemplo.
Gracias a la Fundación Laudes Infantis, entre las comunidades se genera sostenibilidad afectiva, algo vital para que al salir del programa "el edificio no se caiga".
Los positivos resultados no se han hecho esperar y esta labor ya ha sido replicada en Suiza y Estados Unidos, donde hay sedes de la fundación, y su metodología ya está siendo replicada en Carvajal (Cali), la Fundación Semana y la Corporación Matamoros.
Ya son 25 los proyectos que caminan (guarderías, emisora, reciclaje Mundo Cartón Laudes, grupo de teatro -acaba de llegar de una presentación en Alemania-, escuelas de formación laboral y de líderes, entre otros. Un pulpo con cuerpo de trueque y muchos brazos comunitarios.