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Carmen Emilia Sánchez falleció ayer dejando una atmósfera de tristeza bañada de flores. En el corregimiento de Santa Elena lloran a esta mujer que fue una de las más activas líderes en el fortalecimiento de la cultura de las silletas.
A la mamita Emilia, como cariñosamente la llamaban sus 60 nietos, 58 bisnietos y todos los amigos y conocidos de Santa Elena, le alcanzó la vida para participar en 35 desfiles de silleteros, uno a uno, desde el primero en 1957.
Estuvo casada con
Luis Enrique Atehortúa, uno de los pioneros en la elaboración de silletas. Juntos sembraron millones de flores y levantaron 26 hijos. Ellos aprendieron el oficio de la floricultura y la misma Emilia se encargó de contarles a los hijos y nietos el secreto para producir las flores que mejor lucieran en los desfiles.
"Nosotros desfilamos con los hijos, los esposos, los nietos. Somos una familia de silleta. En la casa, sólo la familia son 30 silletas" le contó hace unos años
Emilia Sánchez a este diario.
La herencia más importante, la que se cuenta con el corazón, es la que
Alberto Hincapié, uno de sus nietos, recibió de la mamita Emilia. "Yo recuerdo muchas horas de mi infancia cultivando flores y elaborando silletas de la mano de ella. Y también recuerdo que en la medida que crecíamos también nos inculcó los valores, el respeto por la religión, de estar muy unidos en familia".
Y toda la familia, completa, hasta los dos tataranietos y decenas de conocidos estuvieron presentes ayer en la vereda San Ignacio acompañando a Emilia en su tránsito final.