viernes
7 y 9
7 y 9
Los habitantes del área metropolitana de Bucaramanga saldrán hoy a defender la que califican como "fábrica de agua" de los departamentos de Santander y Norte de Santander: el páramo de Santurbán que abastece a 2,2 millones de personas.
La propuesta, liderada por Fenalco Bucaramanga, es una forma de llamar la atención del Gobierno Nacional para que no se otorgue la licencia ambiental a la empresa canadiense Greystar que realizaría la explotación del proyecto Angostura, en el municipio de California, Santander.
El 4 marzo será la audiencia pública ambiental en Bucaramanga, un paso previo para que se otorgue la licencia para hacer una explotación abierta de 1.100 hectáreas, de las cuales 52,9 por ciento están ubicadas en zona de páramo.
Estos ecosistemas están protegidos por la ley 1382 de 2010 que impide la explotación minera por causar daños irreparables.
"Al principio la gente no entendía mucho lo que estaba pasando, pero hemos ido creando conciencia", afirmó Erwing Rodríguez Salah, director ejecutivo de Fenalco Bucaramanga, quien cifras en mano, expone porqué está en peligro la riqueza ambiental de la zona.
"Las cifras hablan por sí solas: Para la explotación se utilizarían cada día 40 toneladas de cianuro y 230 toneladas de anfo. En la primera fase se van a dinamitar 1.075 toneladas de suelo. Además, se estima que el consumo de agua que requiere el proyecto sería el equivalente diario de una comunidad de 600.000 habitantes. María Victoria Duque, de la revista Razón Pública , denunció que en 7,3 días el proyecto va a generar los residuos que produce Bogotá en un año", explicó Rodríguez Salah.
Se hará con respeto
La empresa Greystar lleva 15 años explorando en California, Santander, la que será la "más importante explotación de oro y plata a cielo abierto en América Latina".
A través de su página web, la Greystar asegura que la operación se hará bajo "los más estrictos estándares nacionales e internacionales (los Principios del Ecuador, los Estándares de Desempeño del IFC y el Código Internacional del Cianuro) que aseguran un manejo eficiente de los recursos naturales y representan una oportunidad en beneficios de índole ambiental y social para las comunidades cercanas a las zonas de operación".
Por ejemplo, se determinó que la capa vegetal que será retirada para hacer la explotación se "almacenará en sitios especiales para la rehabilitación del sector".
Sin embargo, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga considera que aunque se utiliza una tecnología que reduce los impactos al ecosistema, no los elimina.
De ahí que la directora de ese organismo, Elvia Hercilia Páez Gómez, propuso ante la Asamblea de Santander, reformular el proyecto para no deteriorar el medio ambiente ni cerrarle las puertas a las comunidades de Vetas y California, que ven en él una oportunidad para generar empleo.
En un programa de radio de la Universidad Nacional, Jesús Orlando Rangel, biólogo, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de ese centro de estudios aseguró que "en esta zona nacen ríos muy importantes para todos los procesos sociales y biológicos de las dos capitales de los Santanderes; además es la única fuente de agua que le queda a la región. En una zona donde no hay mucha disponibilidad de agua en la atmósfera, se genera un proceso de economía hídrica que origina los 2.100 litros por segundo que necesita Bucaramanga".