El secuestro de dos policías a manos de las Farc, cuya búsqueda se extendió en Valle y Cauca, sirvió para que el presidente
Juan Manuel Santos condenara desde Chile los ataques de la guerrilla y defendiera su posición de dialogar sin detener la ofensiva militar.
Mientras tropas del Ejército y grupos Jungla de la Policía intensificaron los operativos, el mandatario instó a las Farc a acoger el llamado de los presidentes reunidos en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños para desistir de su lucha armada.
"Ojalá escuchen a la comunidad internacional que, desde aquí, desde Chile, en forma unánime, porque no hubo una voz en contra, quieren que cambien, como lo dijo el presidente
Evo Morales, las balas por los votos".
Tras reiterar que continuará "la ley, la justicia y la presión militar", Santos cuestionó los ataques guerrilleros tras el fin de su tregua unilateral: "¿A qué han acudido? A actos de terrorismo. No tienen la capacidad militar para hacer nada diferente de actos terroristas o de privar la libertad a colombianos, civiles o en uniforme".
El coronel
Nelson Ramírez, comandante de la Policía en Valle, informó que los operativos se ampliaron entre el sur del Valle y el norte del Cauca, tras recibir información de pobladores de que los uniformado siguen vivos y en la zona.