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A pesar de que la legalización de las drogas no hace parte de la agenda oficial de la Cumbre de las Américas, los ojos de los países asistentes están puestos en un debate que aunque levanta ronchas, algunos mandatarios de la región consideran que debe darse.
La canciller María Ángela Holguín ha insistido en que la intención del presidente Juan Manuel Santos , es trascender el tema de la legalización y hablar de escenarios: ¿qué pasaría en 5 o 10 años?, ¿cuál sería el panorama si se legaliza?
Lo primero es diferenciar entre si se legaliza el consumo o la producción, dos cosas totalmente diferentes porque si bien pueden tener un interés común, como es golpear los precios de las drogas y quitarles el poder a las mafias del narcotráfico, tienen implicaciones diferentes.
El director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo , y el mismo presidente Santos coinciden en que no se pueden perder los avances en reducción de cultivos ilícitos, golpes a los carteles del narcotráfico, grupos armados ilegales que las comercializan y a sus estructuras económicas.
Sin embargo, no están cerrados a la discusión porque señalan que detrás de las drogas hay un drama que se traduce en problemas de seguridad ciudadana, de salud pública y de corrupción.
Delitos asociados
El sociólogo de la Universidad Nacional, Hugo Acero Velásquez , señaló en un artículo publicado en la revista virtual Razón Pública que una encuesta realizada por la Corporación Latinobarómetro muestra la creciente preocupación de los ciudadanos de Venezuela, Panamá, El Salvador, Costa Rica, México, Uruguay, Argentina, Ecuador, Honduras y Guatemala, por la seguridad.
El narcotráfico y la delincuencia transnacional hacen parte de esta problemática y se ven reflejados en delitos como la extorsión, el secuestro y el homicidio para ajustar cuentas del microtráfico.
A esto se suman otras mafias que están íntimamente ligadas: el contrabando de insumos químicos para el procesamiento de drogas, la trata de personas y el tráfico de armas.
Por eso, Acero advierte que es necesario cambiar de estrategia y comenzar a atacar las estructuras intermediarias y los mandos medios que no aparecen en los afiches de "Se busca", como sucede con los grandes capos que tienen órdenes de captura internacional.
De ahí que para los países de América Latina sea muy difícil enfrentar a las mafias sin el apoyo de Estados Unidos, desde donde se genera buena parte del tráfico de armas que surte la guerra de los narcotraficantes en el sur del continente. También se debe contar con el apoyo de Europa.
"La gran ironía es que según cifras de la ONU, solo el 20 por ciento de las 'ganancias' de las drogas se quedan en América Latina, el resto se van a Europa y Estados Unidos. Es decir, que en la región solo nos quedamos con el desprestigio, con los muertos y con la violencia", indicó el coronel (r) del Ejército, John Marulanda , experto en seguridad.
El otro problema es la corrupción en organismos del Estado que se genera en torno a estas redes. "Las mafias crecen y tienen un gran poder de corrupción en los organismos del Estado y esto tiene un alto costo de gobernabilidad", señaló Mauricio García , profesor de la Universidad Nacional y jefe de Investigaciones del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (DJS).
Socialmente aceptado
El otro inconveniente lo representan las drogas "socialmente aceptadas", algunas son legales como el alcohol y el tabaco pero hay otras como las anfetaminas que, aunque son de uso prohibido, no son mal vistas en el entorno social.
Esta duda la ha planteado el mismo general Naranjo, quien considera que el problema de las llamadas drogas de diseño es que son difíciles de perseguir, al punto de cuestionarse el hecho de que sea posible perseguir una pastilla.
Para Marulanda, las drogas de diseño serán el gran problema a futuro por encima de la cocaína. "Se montan los laboratorios en cualquier parte y se fabrican con elementos que son de uso común".
A estas drogas se suman los inhalantes (entre ellos el popper, las pinturas y los pegantes ), que se asocian al consumo en discotecas y bares.
De acuerdo con el Primer informe de uso de Drogas en las Américas, presentado el 21 de marzo en Bogotá por la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), entre 2002 y 2009 la droga favorita de los adolescentes fue la marihuana. Sin embargo, los inhalantes ocuparon el segundo lugar. En Estados Unidos, un millón de adolescentes entre 12 y 17 años los habrían usado en 2009.
Costo de salud pública
Pero el problema más grande y el que más polémica genera es cómo se elevaría el consumo en caso de una despenalización y, peor aún, los costos en materia de salud pública.
En la actualidad hace trámite en el Congreso un proyecto de ley que busca brindar atención integral a los adictos, iniciativa considerada inconveniente por el Ministerio de Hacienda ya que podría costar entre 1,9 billones de pesos y 8 billones de pesos.
Para el senador Juan Manuel Galán , esta postura no se tiene en cuenta la relación costo beneficio y recordó que en el gobierno de Álvaro Uribe , se intentó sacar adelante el Plan de Reducción del Consumo, que buscaba incluir el tratamiento de los adictos con cargo al POS (Plan Obligatorio de Salud).
"No invertir decididamente en la prevención y la superación de la adicción genera inseguridad en nuestras calles. La falta de tratamiento afecta los recursos del sistema de salud en otras áreas como el tratamiento del Sida (enfermedad de alto costo), la multiplicidad de atenciones en los servicios de urgencia. Y no se considera la forma cómo esta enfermedad impacta la estabilidad y la economía de las familias", advirtió Galán.
Pero en lo que podría decirse que hay un consenso es en la importancia de la educación y la prevención. Educación, como forma de evitar que los jóvenes caigan en las redes de traficantes, y prevención para que sepan las consecuencias que las drogas pueden traer en su desarrollo y sus vidas.