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El comando central del Ejército de Liberación Nacional, Eln, expresó su incredulidad de que realmente el presidente Juan Manuel Santos esté realmente trabajando para construir la paz, aunque no se refirieron al acercamiento que tienen con su gobierno para buscar la terminación del conflicto.
El pronunciamiento lo hizo la insurgencia en su página web en un escrito titulado “Del discurso a la construcción de paz”, en donde señalan que el reelecto mandatario “en deuda con los electores que votaron por la paz, quedó el presidente Santos, en el discurso de instalación del nuevo Congreso de la República, el pasado 20 de julio. Se dedicó a defender su primer mandato y a reiterar posturas contradictorias sobre la paz, sin presentar los proyectos concretos, para construir la paz con equidad y justicia social”.
Incluso la insurgencia del Eln deja entrever que Santos estaría buscando una alianza con el expresidente Álvaro Uribe y defraudar a los sectores, en especial de la izquierda, que le acompañaron en la segundo vuelta para ganar la elección.
“El presidente para congraciarse con Uribe, reiteró que ‘la paz que buscamos es, en esencia, la misma’ y para ello alardeó con la cantidad de mandos guerrilleros que han matado y con el plan de incremento de tropas. Con lo que demuestra que la Paz total la siguen midiendo con charcos de sangre y con el aumento de soldados y policías, que es la misma política que ejecutó, cuando era Ministro de guerra de Uribe”, señala el pronunciamiento del Eln.
Para la guerrilla, el mandatario lo que sí hizo en su discurso del Congreso fue hablar de lo que llaman ellos los proyectos “dedicados a profundizar el modelo neoliberal de despojo de Bienes comunes, que incluye baldíos y la Altillanura, y los que van a seguir privatizando Empresas estatales productivas y servicios públicos fundamentales; todo en beneficio del capital, especialmente el transnacional”.
Frente a la reforma política el Eln dice que se quedó sólo en ajustes como el de eliminar el voto preferente, mantener el sistema excluyente de representación y participación política, y la exclusividad de las listas cerradas, pero resaltan que “alargar la duración del gobierno es una medida que favorece a los barones electorales y a sus clientelas, parásitos de las administraciones públicas”.
También plantean que la paz no consiste en acabar con el conflicto armado y mediante la desmovilización de las guerrillas, pasar al post conflicto, “los cambios que se necesitan deben configurar una nueva relación entre el Estado y la sociedad, donde los conflictos se resuelvan en forma política, sin necesidad del uso represivo de la violencia y para alcanzar esto, se requieren cambios estructurales”.
Concluyen diciendo que “la paz no es la ausencia de conflictos, sino el tratamiento político de ellos. Por esto nunca existirá un post conflicto. Está por verse si el 7 de agosto, en el discurso de posesión para el segundo mandato, Juan Manuel Santos le presenta a Colombia y al mundo, cómo es que piensa construir la paz”.