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No han pasado tres meses desde que el Gobierno y las Farc anunciaron la llegada a un consenso en el segundo punto de la agenda sobre participación política, para que el presidente Juan Manuel Santos manifestara que imagina a representantes de las Farc "sentados en el Congreso".
Aseveró Santos: "Nadie les está obligando a cambiar su manera de pensar, pero que luchen por sus ideales sin armas, sin violencia, sino utilizando las vías democráticas".
Estas declaraciones, entregadas al diario El País, de España, dejan entrever que la firma del segundo punto de la agenda, luego de su consenso, ha avanzado en otros acuerdos que llevan a que las Farc aceptarán dejar las armas para convertirse en un partido político, y el Estado, a garantizarles esa participación.
Esta es la explicación que le encuentra a las declaraciones de Santos el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega. "Así quedó consignado en el segundo punto: "Se constituye una apertura democrática en el marco del fin del conflicto donde Farc dejará las armas y terminará con las acciones violentas como método para hacer política".
Explica Ortega que en el fondo, y de diferente forma a otros procesos de paz, lo que se busca es que la insurgencia deje las armas y se convierta en elemento elegibles en el campo político, "de lo contrario este proceso no tendría avances, no tendría un norte.
Para eso usaron la tregua
Al término de la tregua unilateral declarada por las Farc entre diciembre 15 de 2013 y enero 15 de 2014, la fundación Paz y Reconciliación entregó un informe en el que reseñó que la guerrilla obligó a las comunidades a participar en reuniones de formación política.
El investigador Luis Eduardo Celis, de la fundación Paz y Reconciliación, comenta que el cese unilateral fue utilizado por la guerrilla "para prepararse para el proceso de paz y no para fortalecerse para la guerra".
Pero el representante de la Asociación Víctimas de la Guerrilla, Jaime Restrepo, insiste en que el mensaje de Santos es simplemente una carta de navegación "donde las víctimas vamos a evidenciar un marco jurídico pro-impunidad que hace violatorio el derecho a las víctimas a conocer la verdad, la justicia y la reparación".
Santos reconoció, una vez más, que el proceso de paz con las Farc no terminará antes de las elecciones de mayo, entonces se buscará cerrar, por lo menos, otro punto de la agenda de negociación.