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"Dios está conmigo, Dios me da una nueva oportunidad", dijo este lunes el
sargento Luis Alberto Erazo, al narrar algunos pasajes de su secuestro y recordar la manera cómo logró escapar de las Farc, tras 12 años de cautiverio.
Y fue precisamente por correr en la dirección contraria a la que habían indicado los guerrilleros, que el Sargento de la Policía quedó para contarle al mundo su pesadilla.
En sus primeros relatos, desde la Clínica de la Policía en Bogotá, donde se recupera de las heridas que le quedaron en su huida y de las secuelas de sus largos años en la selva,
comentó que las Farc asesinaron a sus otros cuatro compañeros "a mansalva y sobreseguro".
"El comandante conocido como (alias) 'Arturo' nos dijo que en caso de disparos nosotros no debíamos correr hacia afuera porque ellos no iban a responder, que debíamos correr hacia el lado ellos porque ellos nos iban a sacar y entregarnos sanos y salvos a nuestras familias, esa era la orden...A la hora de los disparos a mí se me olvidó la consigna, yo corro hacia el monte y mis compañeros corrieron hacia ellos...ahí los mataron. Los asesinaron a mansalva y sobreseguro".
En la mañana del sábado fueron
fusilados el coronel Edgar Yesid Duarte, el mayor Elkin Hernández Rivas, el intendente jefe de la Policía Álvaro Moreno, todo integrantes de la Policía. Y junto a ellos, el sargento del Ejército, José Libio Martínez.
Los cambios de planes la guerrilla
Recordó que "Fermín", al encadenarlos la noche del viernes pasado, luego de llegar de la larga caminata del día, les dijo que no debían madrugar porque ese día permanecerían en la zona. "Pero tempranito cambiaron de opinión".
Precisó: "yo empecé a alistar todos los chécheres que uno carga en el bolso, cuando estoy doblando una toalla y escucho los primeros disparos...al momentico siento los disparos en la cara y en el cuello, yo pensé que esto era contra mí y corrí hacia la selva".
En su relato reveló que tuvo que cubrir sus heridas para evitar que las moscas las afectaran más.
"Como a eso de las cinco de la tarde salí de mi escondite porque escuché ruidos extraños y me acerqué hacia ese lado y veo un claro en la selva. Luego vi a unos soldados que tenían unas motosierras y les dije que era Policía", recordó el sargento Erazo.
Las mentiras y el dolor de perder a sus hermanos de cautiverio
En la breve declaración a la prensa, en la que ofreció excusas por no saberse expresar correctamente, calificó a las Farc de mentirosos.
"Son unos mentirosos", insistió al recordar que por eso fueron asesinados sus compañeros de cautiverio.
Agregó que
le fue difícil mirar la selva desde el helicóptero y pensar en la suerte de todos los que quedan allí retenidos y alejados de sus familias. "Me dio mucho guayabo, voy en el helicóptero y mis compañeros se quedan en esa selva".
Y precisó que solo hasta que estuvo en Bogotá que se enteró del trágico final de los otros tres uniformados. "Muy duro, pobres familias cómo estarán", apuntó.
El sargento Erazo reconoció que ellos veían muy difícil una operación de liberación porque: "nosotros no tenemos valor político para las Farc".
El recuerdo de sus amigos
Al responder una pregunta y el recuerdo que guardará de sus otros cuatro compañeros comentó:
Yesid Duarte: "le gustaba leer, escribir pensaba en su hija su esposa y su padres".
Elkin Hernández dijo: "alegre, extrovertido, hincha furibundo de Millonarios".
Álvaro Moreno: "quería regresar pronto...quería mucho a sus hijos, a su mamita".
Libio José Martínez: "era la persona con la que más recochábamos, somos bautizados en el mismo pueblo..."
Respecto al nuevo jefe de esa guerrilla, alias "Timochenko", sostuvo: "la Fuerza Pública llega hasta los infiernos y allá le van a caer". Sin embargo, comentó que para ese grupo de insurgentes, un poco más de 40 que los acompañaban, la muerte de alias "Alfonso Cano" fue recibido de manera normal y como un hecho lógico de la guerra.