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El sastre colombiano Luis Abel Delgado, quien confecciona la prendas de vestir de los pontífices y que le ha suministrado las mismas a Benedicto XVI, dijo este jueves que ya se despidió del Pontífice vía Skype, de quien es amigo hace 5 años, y dijo que lamentó su retiro aunque le dejó una misión pastoral en Cali, ciudad donde vive Delgado.
A elcolombiano.com dijo el sastre del Papa que Benedicto XVI le mandó cofeccionar sus casullas, albas y estolas desde que conoció su trabajo en 2007, cuando el Pontífice recibió en Brasil un regalo de un sacerdote que lo contrató a él para hacerlo.
Este hombre nacido hace 44 años en el Carmen, Nariño, se dedicó desde pequeño al oficio de la sastrería, la cual perfeccionó en el Ejército Nacional donde se volvió experto en la elaboración de escudos y banderas. Es viudo y consgrado a su trabajo.-
Destacó que está tejiendo tres trajes, uno de talla pequeña, otro mediano y otro grande para vestir al que resulte como sucesor de Benedicto XVI, en respuesta a un pedido hecho desde el Vaticano, de donde le ordenaron el pedido.
La misión que le encomendó el Papa a Delgado es seguir trabajando el apostolado social con una ONG en Cali, a la que pertecene él y un grupo de médicos, abogados y un sacerdate, que le enseña a trabajar a personas desprotegidas para erradicar las limosnas.
Nuevo pedido Vaticano
Desde el Vaticano le ordenaron confeccionar las tres indumentarias distintas, para tres personas de talla europea. Según los preceptos vaticanos, quien resulte elegido en el cónclave es vestido de inmediato con los ornamentos de Pontífice y es el primero en aparecer al reabrirse las puertas tras el final de la cumbre de cardenales. Por eso, se tienen listos los trajes con tres tallas distintas, para ponerle al elegido el que mejor se le ajuste.
Señaló que a lo largo de esa relación le han pasado cosas maravillosas, en las que descubrió la sencillez y la sabiduría del Papa. En efecto, dijo que el pontífice comió pandebonos, empanadas, y ha tomado café al estilo colombiano. "A las monjas del Vaticano les enseñé como se hace el café colombiano y al papa le gustó".
Sobre su trabajo, dijo que los bordados que le hace al papa son a mano y que las costuras las realiza en una máquina Singer que tiene como 170 años; "una señora me la regaló", dijo.