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Tan solo hasta la semana próxima se definirá la suerte legislativa de la reforma constitucional del equilibrio de poderes, cuando la plenaria del Senado inicie la votación del articulado, luego de haber superado dos sesiones de votaciones de impedimentos de sus integrantes, como también de intentos por hundirla.
En la sesión del jueves se terminaron de votar los más de 60 impedimentos que se presentaron desde el miércoles, pero que en la mayoría de los casos fueron negados por ser improcedentes y no tener implicación alguna en eventuales investigaciones.
Tras superar esa discusión, la plenaria le dio el visto bueno a la reforma, al aprobar por 50 votos contra 21 el informe con el que termina la ponencia, también negaron la posibilidad de devolver la reforma a la Comisión Primera.
Las intervenciones en la plenaria fueron de los voceros de los partidos, pero en su mayoría los mismos anticiparon que apoyarán la eliminación de la reelección presidencial.
Por su parte, y sobre el tema, el senador de Cambio Radical Carlos Fernando Galán afirmó que "no podemos legislar para una persona en específico", y que "lo que perdura es la institución y las ideas".
La oposición
José Obdulio Gaviria, senador por el Centro Democrático, cuya bancada se retiró abruptamente de la sesión plenaria del martes acusando falta de garantías en la votación de los impedimentos, aseguró sobre la reforma que "se convirtió en una pequeñísima reforma a la Constitución, de una simpleza absoluta" y que lo ocurrido en la plenaria "nos hace suponer que hubo un contubernio del Gobierno con los ponentes, el fiscal general de la Nación y algunos magistrados".