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Las imágenes de actrices como Jeniffer Lawrence posando para la cámara desnuda en fotos privadas que no estaban pensadas para que vieran la luz corrieron como la pólvora en las redes sociales para indignación de la actriz, que ha amenazado con demandar a cualquier medio que publique sus "fotografías robadas".
La causa sería una posible brecha de seguridad aún por confirmar en el sistema de iCloud de Apple, que facilita el almacenaje de datos en el mundo virtual sin ocupar espacio en la memoria real de los aparatos electrónicos, y que la compañía investiga.
Cada vez más individuos y compañías usan el almacén de datos en internet conocido como la nube para imágenes y otros. Pero tal información puede volverse vulnerable una vez que se sube a la red, dijo el profesor Lance Larson, quien da clases de posgrado de seguridad nacional en la Universidad Estatal de San Diego.
"La nube es como un casillero en un depósito", dijo. "¿Eres la única persona que tiene la llave? ¿O también tiene una el dueño del depósito?". En pocas palabras: "No pongas en internet una foto o documento si no quieres que salga a la luz en algún momento", explicó.
"Recuerden que todo material digital, aun con controles de privacidad, puede hacerse público", dijo la profesora Karen North, directora del Programa Annenberg sobre Comunidades En Línea en la Universidad del Sur de California.
"Lo que crees que es privado es público, y lo que crees que es temporal es permanente", advirtió. "Una vez que lo compartes con alguien, ya no controlas la propiedad intelectual".
¿Cómo lo hacen?
Los expertos en seguridad barajan varios escenarios posibles para que los piratas informáticos tuvieran acceso libre a sus cuentas en la nube.
Una de las opciones es que hubieran obtenido el correo electrónico de las víctimas y lograran engañar al servicio de iCloud para solicitar una contraseña nueva adivinando la pregunta de seguridad.
Otra, según Jesús Molina, consultor de seguridad independiente, es que los piratas encontraran una vulnerabilidad que permitiera el acceso a su cuenta, por ejemplo a través de la aplicación Find my iPhone, que permite el rastreo y bloqueo a distancia de un teléfono perdido o robado.
Molina consideró que "no es exagerada" la desconfianza desatada entre los usuarios tras este incidente porque "no sabemos a dónde van nuestros datos". Además, "mucha gente tiene cosas en la nube sin saberlo" ya que hay teléfonos en los que "los servicios de localización están activados por defecto", y consideró que las compañías "juegan con nuestra vagancia e ignorancia".