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Los robos se efectúan a los vehículos, a los morrales de los desprevenidos, a los lockers. Hurtan cascos de motos, celulares, portátiles y tablets. En las afueras de las porterías son abordados por ladrones que con armas los amenazan para que entreguen sus pertenencias.
Son múltiples los casos que denuncian los estudiantes, se omite la identidad de estos por cuestiones de seguridad.
“Me disponía a entrar a la universidad y en Coca Cola me paró un tipo y me dijo que lo perdonara pero que lo habían llamado para decirle que yo era una de las personas que entraba heroína a la universidad, que estaba armado, que era paramilitar y que era mejor que respondiera las preguntas a la otra persona que iba llegar. El otro tipo me dijo: camine normalmente, haga como si fuéramos amigos y en plena portería de Coca Cola me hizo preguntas como si yo conocía a un man que le decían Payaso, que si en mi bolso había heroína, que me habían tomado fotografías y que los mismos paracos y guerrilleros que había en la U me iban a matar. Me hizo más preguntas como que si yo era prepago de la U y después de hacerme darle unos cuantos besitos en la mejilla "para desimular" me dijo que le entregara el anillo de mis grados y el celular que se los iba a mostrar al patrón para ver que yo no era la persona que buscaban”.
Pero este no es el único caso de gravedad. Hay denuncias de otros estudiantes que también han sido amenazados de muerte con tal de que entreguen los objetos de valor que llevan:
“Cerca de la portería del río un individuo se me acercó amenazándome de que me iba a matar si no lo seguía, pensé en salir corriendo pero entonces se levantó su camisa y en la cintura llevaba una pistola, así que ante la amenaza y el miedo me quedé quieto. El ladrón me dijo que lo acompañara a Coca Cola donde me iban a identificar, para asegurar que yo era al que tenían que matar, por su puesto solo era una excusa para buscar un lugar más solo. En las mallas de Coca Cola, el ladrón seguía con su amenaza y me pidió que abriera mi bolso, la billetera, que desocupara los bolsillos y que de no hacerlo me mataba de una vez, así me quitó el bolso, mi celular y el dinero que llevaba. Lo último que me dijo fue que no me arriesgara a hacer denuncias, que para él era muy fácil encontrarme y matarme si lo delataba”.
Los deportistas de la universidad también se ven afectados por los ladrones que aprovechan la distracción del partido para efectuar los hurtos. "La situación de la Universidad es demasiado delicada, integrantes del equipo Fiorentina que estábamos jugando la semifinal de fútbol fuimos robados durante el partido, inclusive abrieron mi vehículo ubicado al frente de Unisauld y se robaron ropa, celulares gama alta, portátil, tenis (increíble), dinero en efectivo y hasta el radio del carro".
Otro estudiante de la Nacional cuenta que los bienes de la universidad tampoco se han salvado de los hurtos. "A manos de la delincuencia que azota la universidad han pasado desde los video beam con que son dictadas las clases, los computadores asignados a los profesores por la universidad e incluso las llaves de orinales y duchas las cuales son extraídas de los baños".
La empresa encargada de la seguridad dentro de la Universidad Nacional es Atempi. Según Jaime Ruiz, coordinador de prevención de dicha organización, “custodiamos los bienes de la universidad, pero no tenemos incidencia sobre las propiedades de los alumnos”.
Su labor se centra más en la concientización para la prevención de los robos. Además asegura que cuando se tiene un reporte de un robo dentro de la universidad lo que se hace es incrementar las medidas de seguridad, los guardias hacen más rondas y se cuidan las porterías, pero a un ladrón sólo se le puede hacer una detención momentánea para dar aviso a las directivas y a las autoridades competentes, que es lo que tienen permitido.