Un "apocalipsis" se desatará sobre Estados Unidos e Israel en caso de que las potencias mundiales ataquen Irán.
Así lo anunció ayer el Gobierno de ese país asiático, después de conocer que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había decidido destruir las instalaciones nucleares iraníes, y estaba convenciendo a su cúpula militar de la necesidad de eliminar dicha amenaza.
La filtración de la información fue publicada por el diario israelí Yediot Ahronot , horas antes de que el diario británico The Guardian , revelara que el Ministerio de Defensa británico estaba preparándose para apoyar a E.U. en sus supuestos planes militares contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad.
La Otán reaccionó minutos después, desvinculándose de cualquier tipo de intervención: "La Otan no tiene ninguna intención de intervenir. No está implicada en la cuestión", dijo el secretario general de ese organismo, Anders Fogh Rasmussen.
Sin embargo, el escenario para una gran confrontación entre Irán y Occidente está dispuesto.
El director del Centro Cultural Islámico en Colombia, Julián Arturo Zapata, pronosticó que "el siguiente teatro de operaciones de E.U. es Irán, quien no va a librar la guerra en su territorio sino en el sirio. Allí la potencia mundial va a trasladar a miles de hombres en secreto".
El analista sostuvo que el aumento en la agresividad de E.U. con el mundo musulmán, abre la posibilidad de un enfrentamiento de las mismas dimensiones de las guerras Médicas, que se dieron hace 25 siglos entre el mundo persa y las ciudades griegas.
Julio Burdman, director del pregrado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Belgrano, Argentina, explicó que la hipótesis de dicho conflicto está planteada desde hace tiempo, y que hasta ahora no existe un detonante cierto que pueda desatarlo.
"Irán carece hoy de armamento nuclear; sin embargo, es un país con una capacidad de respuesta militar claramente superior a la de los países árabes en los que E.U. ha estado involucrado en guerras en las últimos años. Por eso cuesta imaginar que E.U. tome acciones militares", advirtió.
En la misma línea parece estar el Gobierno británico, quien salió al paso a las publicaciones de The Guardian aclarando que guarda las esperanzas de lograr una solución negociada para que el régimen de Teherán detenga su programa de enriquecimiento con uranio.
Al parecer, el detonante será el informe que presentará en las próximas semanas el Organismo Internacional de Energía Atómica, pues haría público el controvertido programa nuclear iraní.
Burdman guarda esperanzas de que dicho informe no sea la confirmación de la guerra.
"Desde el 2003 los informes sobre Irán son negativos, no sé que elementos aporte este documento para cambiar drásticamente el panorama", afirmó el experto.