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Simón Mesa Soto logró en pocos años lo que muchos aspirantes a cineastas buscan al iniciar una carrera de imágenes e historias. Su cortometraje, Leidi, lo llevó a la lista de homenajeados en una de las fiestas del cine más importantes en el mundo: el Festival de Cannes.
Una historia cotidiana, sobre una joven que sale en búsqueda del padre de su hijo, inspiró a este comunicador audiovisual, formado en la Universidad de Antioquia, para realizar su tesis final de maestría en la Escuela de Cine de Londres.
Entre más de 3 mil trabajos audiovisuales, solo 10 fueron escogidos como los mejores y serán premiados en la edición 67 del Festival que se celebrara del 14 al 25 de mayo.
“Este cortometraje fue realizado por un equipo totalmente colombiano. Lo único que se realizó fuera del país, en Londres, fue la posproducción. En Bogotá recibimos un estímulo del Instituto Distrital de las Artes y con esto pudimos realizar este trabajo”, explica Simón.
Esta narración, que partió de la historia de una madre, no sólo significa un reconocimiento para este cineasta colombiano, sino que marca un punto de madurez en su carrera, donde lo humano y las emociones de los personajes se vuelven una característica de su trabajo.
“Leidi fue el punto donde después de explorar, conocer y fallar, logré entender cuál es la forma narrativa que quiero para mis historias. Más que enfocarme en un tema, busco situaciones humanas y personas, en este caso una niña, que me permiten narrar un entorno”, comenta.
En cuanto al cine colombiano, Simón afirma que se están abriendo nuevas puertas para la realización audiovisual en el país y que se irá creando la necesidad de nuevos espacios para el cine.
“Creo que es posible hacer cine en Colombia con la nueva Ley del Cine que abrió muchísimas puertas. En los últimos 10 años esto ha venido avanzando y se han dado algunas vitrinas para los trabajos de nuevos realizadores”, menciona Simón.
Así mismo, este cineasta explica que después de haber estudiado varios años en el exterior, ve más posibilidades de hacer cine desde Colombia por el apoyo que se encuentra no solo nacional, sino también extranjero.
Simón espera poder regresar a su país para poder seguir explorando y encontrando historias, con las cuales pueda realizar cortometrajes o largometrajes, aunque tiene claro que vivir del cine es difícil y por el momento está preparado para apretar el bolsillo.
“No vivo de lo audiovisual y no sé si podré vivir del cine. Creo que los que tomamos este camino entendemos que es difícil tener una solvencia económica narrando historias”.