Obsolescencia programada es un término del que pocos hablan. "Es el deseo del consumidor de poseer algo un poco más nuevo, un poco antes de lo necesario". Está en el documental Tirar, comprar, tirar, de la italiana
Cosima Dannoritzer en el que se plantea cómo algunos fabricantes diseñan objetos frágiles que no duran. Bombillas que "mueren" a los 18 meses de ser estrenadas e impresoras que no van más, luego de cierto número de copias.
¿Hechos para durar poco? En realidad hay que cruzar datos. Por un lado, los ciclos de innovación se han acelerado.
Martín Errante, director de productos móviles de Motorola habla de lanzamientos que ocurren en un lapso de un año, aunque a un usuario su móvil le dure dos y la vida útil los prolongue hasta cinco.
Esto no es privativo de la industria de las telecomunicaciones (redes más equipos), sino de la tecnología en general, que aprovecha el conocimiento en nuevos materiales y técnicas para innovar.
La miniaturización, esa tan en boga, que hace todo más pequeño y portable, dejó de lado equipos de cómputo de 2 KG que se perciben como antiguos por los que son de última generación.
Cabe reflexionar sobre a dónde van todos esos equipos electrónicos que se dan de baja, en especial, los que están producto de la fiebre móvil (teléfonos y tabletas), si en América Latina, para 2013, había 319 millones de suscriptores únicos, según la asociación GSMA. En Colombia hay más líneas que habitantes.
En su más reciente reporte, E-Waste en América Latina, en 2012, cada habitante del planeta generó 7 KG de desechos electrónicos según datos de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU).
El informe hace un reporte desalentador, en especial para 2015, cuando en el mundo se acumularán 57 millones de toneladas de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). América Latina será el responsable del 8.6 por ciento del total de toda esa basura.
Reciclables y reusables
La proliferación de PC, televisores, radios, teléfonos móviles, tabletas y routers, generan residuos electrónicos.
Una batería puede tener cobalto y níquel; y un móvil incluye diversos tipos de plástico (desde los más contaminantes hasta los biodegradables), Por su parte el hardware del teléfono tiene sustancias químicas y metales pesados como berilio, cromo, cadmio, arsénico, selenio, antimonio, mercurio y plomo, además de oro, plata y cobre.
"Todos estos elementos libres, son venenosos, pero están incorporados y no son contaminantes inmediatos. Por eso todas estas aleaciones son reciclables", indica
Asdrubal Valencia Giraldo, profesor del Departamento de Ingeniería de Materiales de la Universidad de Antioquia.
Lo que resulta incluso un buen negocio. El sitio de gestión integral de los RAEE de Colombia calculaba que para 2007 en Colombia se generaron 45 mil toneladas de residuos de PC, que contenían tres mil toneladas de cobre. A precios de la época representaban 25 millones de dólares.
El potencial crece. De hecho, según StEP Initiative (citado por GSMA), aunque la denominada minería urbana todavía es una actividad incipiente, podría generar por año 21 mil millones de dólares por cuenta del oro, plata y otros metales preciosos extraídos de los desechos.
Algunos operadores en la región realizan acciones. En Brasil, por ejemplo, la operadora Oi hizo una inversión de 10 millones de dólares en cinco plantas. Movistar Panamá recolectó 44..500 equipos y plantó 52 mil árboles a cambio. El informe GSMA no incluye a los operadores del país.
Un caso local: Une EPM recuperó en 2013 301.322 equipos CPE, utilizados para prestar el servicio de internet, TV y telefonía.
José Jaime Restrepo, ejecutivo de la subdirección Arquitectura Organizacional de Une, describe que los equipos van a un laboratorio técnico para ser reacondicionados o reciclados. "Un dispositivo que sea obsoleto para una empresa puede ser útil para otras entidades".
En Colombia, el programa Computadores para Educar reacondiciona PC donados por las empresas y los entrega a instituciones educativas. Van más de 607 mil donados. Aunque, por ahora, prevalece la estrategia del MInTIC se centra en las 8 mil tabletas nuevas entregadas.
De crear un circulo virtuoso de gestión de los residuos, desde los hogares y empresas, sumado a políticas y estándares, dependerá que la basura electrónica, esa que promete ahogarnos, no se convierta en un problema sin fondo.