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La relación entre infraestructura, competitividad y crecimiento económico ha sido abordada desde diferentes perspectivas. En un estudio realizado en 2009 para el Banco Mundial por Torfinn Harding, profesor de la Universidad de Oxford, se propone que el proceso de desarrollo económico está directamente relacionado con la dotación de infraestructura.
Se sugiere, entonces, que disponer de una infraestructura de vanguardia puede tener un efecto positivo sobre la economía de un país, al incrementar la eficiencia.
Por el contrario, el mismo análisis indica que el no poseer la infraestructura adecuada puede ser un serio obstáculo para el crecimiento económico, la competitividad y la diversificación de exportaciones. Y, frente a la distribución del ingreso, Calderón y Servén (2004) concluyen que la infraestructura mejora la calidad de vida de las personas menos favorecidas, ofreciéndoles más posibilidades de participar en actividades productivas.
Distintos estudios han evaluado el posible efecto de la inversión en infraestructura en el crecimiento económico. Joseph Francois y Miriam Manchin concluyeron que este es un factor determinante de los niveles de exportación de un país. Y Xavier Sala-i-Martin, uno de los economistas más citados en el mundo, propone que un sistema de infraestructura bien desarrollado contribuye a la integración del mercado doméstico, la inserción en los mercados internacionales y la disminución del efecto de la distancia entre las regiones, reduciendo los costos de exportación.
América Latina y el Caribe evidencian un rezago importante en este campo. El Banco Mundial dice que en los últimos años la región ha invertido menos de un 2 por ciento de su PIB regional. En contraste, países como China, Tailandia o Vietnam han destinado porcentajes superiores al 7 por ciento de su PIB.
El banco indica además que los costos logísticos alcanzan por lo general un 10 por ciento del valor del producto en los países desarrollados, mientras que en América Latina oscilan entre un 15 por ciento en Chile y un 34 por ciento en Perú.
Así está Colombia
¿Cómo es la situación de Colombia a nivel regional en infraestructura de transporte y de servicios públicos?
Uno de los doce pilares evaluados en el Reporte Global de Competitividad es, precisamente, el de infraestructura. El gráfico 1 indica que Colombia ocupa la posición 79 entre 139 países.
Al compararlo con otros "pares" de la región, la calificación obtenida por nuestro país es muy inferior a la de los países líderes en competitividad en América Latina (Chile, Panamá y Uruguay).
Gran parte de la explicación puede derivarse del análisis del gráfico dos, donde se observa que Colombia ocupa el lugar 101 en el mundo en el subíndice de infraestructura de transporte (disponibilidad y calidad de las carreteras, vías ferroviarias y puertos), el cual hace parte del pilar de infraestructura. En contraste, la situación del país es mucho mejor calificada en términos de servicios públicos. En materia de infraestructura de electricidad y telefonía, Colombia registra niveles de acceso altos en comparación con el promedio de la región, tal y como puede apreciarse en el gráfico 3 (posición 68). Este es el segundo subíndice que se tiene en cuenta en la ponderación del indicador total de infraestructura.
Tanto la teoría económica como los estudios empíricos nos indican una meta clara en el objetivo de lograr mayor productividad y crecimiento económico: es evidente la necesidad de mejorar la calidad y disponibilidad de la infraestructura de transporte en el país, lo cual traería grandes beneficios en materia de productividad, reducción de costos de exportación y de una más rápida y eficiente conexión con los mercados internacionales.
*Jefe Departamento de Economía- Universidad Eafit