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HISTÓRICO
SOBRE LA POBRE INTELIGENCIA
  • SOBRE LA POBRE INTELIGENCIA
Por JOSÉ GUILLERMO ÁNGEL | Publicado

Estación pobreza, en la que abundan delirantes, gente sin futuro, memoristas de fórmulas ajenas, incapacitados para dar una opinión creíble, personas dispuestas a obedecer los deseos de las transnacionales, profesionales robots, hombres y mujeres sentados en las escalinatas (de las que habla Jorge Zalamea Borda ) viendo pasar deshechos y cuerpos corrompidos por los ríos, ratones husmeadores, gatos flacos y niños con los ojos y los dientes muy grandes, que donde no hay unas políticas claras en la promoción y formación de pensamiento, lo del futuro es un mal chiste.

Y es lo que parece que está pasando en estos países en los que hacen hasta lo imposible para que la educación no funcione y no sea otra cosa más que un asunto dependiente de teorías imposibles de comprobar en nuestro contexto. Y sí, esto es lo que sucede en un país donde la investigación (la científica, la social y la cultural) cada vez cuenta con presupuestos más reducidos si no pírricos.

Según la segunda ley de la termodinámica, cualquier sistema tiende no solo a corromperse sino a desaparecer en el tiempo. Y la mejor forma de iniciar la caída es desconocer dónde estamos, quiénes somos y qué estamos en capacidad de hacer. De aquí que, para controlar los efectos de esta segunda ley, haya que estar investigando todo el tiempo a fin de aprovechar el resultado de estas investigaciones no solo en la educación (donde son imprescindibles) sino en los distintos tópicos que harán del territorio que habitamos un país viable. Porque no se progresa aplicando (copiando) resultados atrasados de otros sino creando capital intelectual, esto que sabemos y estamos en capacidad de usar y, al mismo tiempo, de intercambiar con los demás con la finalidad de estar acordes con los tiempos.

Un país desarrollado vive de la investigación, a la par que incentiva a los investigadores para que encuentren nuevos métodos, creen maneras de recuperar lo que falla e intervengan fenómenos que creen ciencia, sociedad y creación, es decir, promoción de la inteligencia. Pero nos pasa que le damos más importancia al azar, a los carnavales y la exhibición de momias viejas, hablando de oportunidades de negocio. ¿Pero qué negocio será viable en un gana-gana si quienes negocian no saben qué tienen ni están en capacidad de responder qué saben cuando les preguntan? La inteligencia es una construcción y el resultado son industrias, mejores usos de las materias prima, mejoramiento de insumos y una alta credibilidad nacida de investigar y proponer lo nuevo. Pero, si no hay presupuesto…

Acotación: que de estos países se vayan las personas más inteligente, se debe a que donde los reciben les dan más oportunidades de sentirse útiles. Útiles investigando, creando, innovando, proponiendo. Pero… Así que no se trata de lucir científicos y artistas en el exterior sino de tenerlos en nuestro propio territorio, si los presupuestos de Colciencias dejan.

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