viernes
7 y 9
7 y 9
Supo permanecer hambriento. Con los ojos abiertos. Dispuesto a transformar lo conocido y hacerlo de nuevo, con la aspiración propia de un innovador que quiere cambiar el mundo.
Y con ello perfiló una generación, revolucionó la forma de consumir contenidos y, de paso, cambió para siempre la relación con la tecnología: ahora se lleva bajo el brazo, se abre como un cuaderno y se accede a ella a través de un toque. ¿Quién no ha oído hablar de un iPad?
En su trayectoria mezcló la habilidad de un diseñador con la precisión de un ingeniero.
Y jamás olvidó la perspectiva humana. Porque si algo está claro detrás de los productos que con su equipo creó y concretó, es que el usuario en vez de complejidades busca simpleza.
Steve Jobs. Un genio que supo hallar su camino y amar lo que hacía. Abandonó sus estudios universitarios un semestre después de haber ingresado y eligió con cuidado lo que quería aprender.
Con esa manera de conectarse consigo mismo, a punta de intuición y de escuchar su propia voz, fue desarrollando con coherencia una marca que se convirtió en un ícono, en un emblema para sus seguidores y en un punto de referencia para la industria.
"Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto", recordó en 2005, en su discurso de graduación en la Universidad de Stanford.
Una frase que lo acompañó desde sus 17 años, cuando supo entender que morir pronto podría constituirse en el motor principal para tomar sus decisiones.
Fundó Apple en un garaje y se empeñó en darles alas a sus sueños, aún a costa de fracasos. En enero de 1983, Apple debutó con el Lisa, el primer computador comercial con una interfaz de usuario. Fue un desastre comercial.
Un año después, convencido de que la computación podría ser realmente personal, lanzó un Macintosh, y con ello empezó a concretar una revolución que va más allá de la tecnología e involucra la manera de comunicarse, estudiar y trabajar.
Con ahínco probó su temple, el de un ser humano que se forja sin necesidad de tenerlo todo garantizado, aún la vida misma.
"El tiempo es limitado, por eso no lo pierdas viviendo la vida de alguien más", dijo aquella vez con un acento inspirador.
Esa voz, que ahora se silencia, seguirá guiando una marca, sin duda, pero también dejará un legado de inspiración en varias generaciones.
Las que estaban atentas a sus presentaciones en las que cambiaba de forma radical el curso de la tecnología. Solo resta "seguir hambrientos", como aconsejó el visionario que moldeó nuestro tiempo.