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HISTÓRICO
Fabiola Pulgarín murió
por la maldad de Domingo
David E. Santos Gómez | Publicado
Hernán Pulgarín y Amparo Quintero creyeron que su hija Fabiola vivía en España con un hombre culto, sensible y amable. Domingo, un español de 50 años, de bigote espeso y canoso, se había casado con ella unos años atrás. Vino una vez a Colombia y se portó como un rey, con ellos y con su hija.

El domingo, solo horas después de que la pareja llamara para hablar con toda la familia colombiana, el español entró en un ataque de ira y estranguló a Fabiola, la escondió bajo la cama e intentó huir. Vivían en la ciudad de Castellón, en el oriente de España.

La policía lo capturó casi de forma inmediata, Domingo confesó y ahora es uno de los asesinos más famosos de Europa por estos días.

"No nos cabe en la cabeza la historia. Cuando vino a Colombia, Domingo era amable con Fabiola y con nosotros y ahora resulta que la asesinó. Es muy duro", relata Humberto Pulgarín, el hermano de la colombiana que se cuenta como "una nueva víctima de la violencia machista en España", según lo registran los medios de ese país.

Fabiola tenía 44 años y vivía además con Daniel, su hijo de 20 años que fue quien la encontró sin vida, avisó a las autoridades y sospechó de su padrastro. Ahora, Daniel espera resolver los trámites para poder cremar a su madre y traerla a Itagüí donde la familia Pulgarín trata de unir un rompecabezas al que cada día le faltan menos piezas.

"Un hombre violento"
Con la trágica muerte de Fabiola se reveló que Domingo estaba lejos de ser un buen hombre. Le había pegado varias veces e incluso, en una ocasión, fue a prisión por maltratarla y las autoridades le prohibieron volvérsele a acercar. Fabiola, sin embargo, lo recibió de nuevo en su hogar.

"Es una tragedia. Fabiola respondía por sus padres. Les giraba cada mes y ahora los viejos no saben qué hacer", reconoce Guillermo Mesa, cuñado de Fabiola y quien se apersonó de los requisitos necesarios para traer de vuelta el cuerpo sin vida.

Pero si el sufrimiento en Colombia es inmenso, en España es incalculable. Daniel llama con frecuencia a Itagüí a decir que el papeleo para traer el cuerpo es poco menos que interminable y la ayuda de los gobiernos aún no se materializa. El muchacho está solo, sin familiares, y con el dolor infinito del asesinato de su madre a manos de su padrastro.

En diálogo con EL COLOMBIANO, un asesor de la Embajada de Colombia en España aseguró que avanzan en el proceso de cremación de Fabiola y que el cuerpo diplomático hace todo lo posible para colaborarle a la familia Pulgarín en hacer más llevadero el dolor de su pérdida.

"Los viejos quedaron en una situación muy difícil -dice Guillermo-. Necesitamos la ayuda del que sea porque nosotros no tenemos plata y a Fabiola hay que traerla. Esto es horrible. Llevamos tres días de un velorio sin cuerpo".
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