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La calidad de los torneos de fútbol locales en Suramérica no es la misma de otros tiempos. En eso coinciden analistas de todo el continente, pero también están de acuerdo en que a nivel de selecciones la situación es distinta.
El periodista chileno Silvio Muñoz habla del fenómeno que se presenta en todos los países suramericanos: "a medida que pasan los años surgen más empresarios en el fútbol y son estos los que hacen que los futbolistas jóvenes se apresuren a salir a Europa".
Muñoz agrega que si se analiza detenidamente, el 90 por ciento de las selecciones suramericanas son conformadas por jugadores que militan en el exterior.
"La mayoría son futbolistas de buen nivel, pero los de las ligas locales están lejos de ellos. Primero, porque traen otra mentalidad; segundo, porque perfeccionan su técnica y, tercero, porque se acostumbran a foguearse con los mejores del mundo".
Similar es el caso en Uruguay. Gonzalo Rubio, reportero radial deportivo asegura que la mayoría de los que salen como figuras de esta parte del mundo, llegan a esos equipos como jugadores del montón y de acuerdo a la adaptación que tengan terminan sobresaliendo. "Si uno observa a un futbolista como Messi, sabe que fue hecho en Europa y que tiene incorporado el chip del fútbol español desde que era un niño".
En Argentina, por ejemplo, se le está buscando soluciones a la decadencia del balompié local. "Los equipos le apuestan más a la táctica que al talento, más a la talla que a las ideas", aseguró el analista deportivo Héctor Pereyra.
Según él, si un niño argentino tiene como espejo hoy en día a Messi y le dicen que nunca puede llegar a ese nivel, hasta ahí le llega la pasión.
"La mayoría de entrenadores de las menores le llaman la atención a un niño que se quede mucho tiempo con el balón y quiere hacer algo distinto", cuenta.
Pereyra cree que ese es de los factores fundamentales para el pobre nivel de la liga gaucha: "¿cómo querés jugar bien, si desde chico entrenás velocidad y fuerza? Acá poco se trabaja la habilidad".
En Brasil la cuestión es distinta pero tampoco alentadora. Danilo Coute, escritor de blogs deportivos en el país sede del próximo Mundial, dice que los equipos brasileños ya no marcan las diferencias de antes frente a otros clubes de la región y eso tiene una explicación.
"Talento sí hay, pero el apoyo a este tipo de futbolistas para que lo complementen con una mejor nutrición y desarrollen mejor su forma física es muy poco".
Coute dice que basta mirar casos como los de Robinho y Neymar: "son jugadores muy talentosos, pero como desde niño no les desarrollaron ciertas fortalezas físicas, hoy esas situaciones se notan como falencias en ellos".
Explicó también que la cantidad de figuras que se reencauchan, no solo en Brasil sino en todas las ligas suramericanas, poco ayudan al avance de nuevas generaciones: "que lleguen jugadores veteranos, como el holandés Clarence Seedorf, el uruguayo Diego Forlán y Ronaldhino, es bueno desde la parte publicitaria, pero no para el nivel del torneo sin llegar a demeritar sus condiciones".
Venezuela, por ejemplo, ha tenido un crecimiento constante en los últimos años a nivel de Selección, pero sus clubes siguen con la mentalidad de "chicos". Así lo cree Omar García, exasesor deportivo de una de las categorías del club Trujillanos.
"El nivel económico de los clubes locales es deficiente y por eso jugadores descartados en otras ligas llegan a la venezolana y eso, en vez de aportar para un mayor nivel, va en detrimento del fútbol local".
García también habla de la fuga de talentos como un obstáculo para el mejoramiento de la liga: "el couching acá se está empezando a hacer en el fútbol como lo hacen en el béisbol. Cualquier jugador que demuestre algo interesante inmediatamente se lo llevan para pulirlo en ligas de mayor envergadura".
El técnico colombiano Jorge Luis Pinto, seleccionador de Costa Rica, manifiesta que la responsabilidad recae en gran parte en los fundamentadores y entrenadores: "a la academia no la miran como una opción en Suramérica, los técnicos todavía se forman desde el empirismo y creo que en eso sí que nos aventajan los europeos".
Para Pinto es imposible que una liga mejore si quienes tienen las herramientas para trasladar el conocimiento están limitados. "Afortunadamente algunos técnicos comienzan a entender que hay que actualizarse permanentemente y que las nuevas generaciones de futbolistas son receptivas a una forma distinta de hablarles a como era hace veinte o diez años", aseguró.
Todos los analistas coinciden en que el crecimiento de selecciones, como la de Chile, Ecuador y Colombia, así como el proceso de Uruguay y los jugadores que hacen diferencia en Brasil y Argentina, demuestran que el problema es de las ligas y no de los combinados patrios.