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La paciencia hacia Irán parece estar cerca del límite de Occidente. Así lo dio a entender ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama , al pronunciar un discurso con doble mensaje ante líderes de 192 países, en el que le apostó a la diplomacia pero también advirtió que hará “lo que deba” para impedir que Irán obtenga armamento nuclear.
“Estados Unidos quiere resolver este asunto a través de la diplomacia y creemos que aún hay tiempo y espacio para hacerlo. Pero ese tiempo no es ilimitado”, dijo el mandatario a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
El pronunciamiento del Presidente surge tras meses de un tira y afloje político y mediático en el que Teherán insiste en seguir adelante con su programa nuclear “con fines pacíficos” bajo la férrea oposición de Israel y E.U., que temen que el Gobierno de Mahmud Ahmadinejad desarrolle armas nucleares.
El experto en seguridad nacional de la Escuela de Leyes de Columbia, Matthew Waxman, explicó a EL COLOMBIANO el alcance de las palabras de Obama como un intento de “usar la amenaza de una posible acción militar para apoyar la diplomacia” más que una alternativa a los canales políticos.
“Tanto E.U. como Israel reconocen los riesgos de utilizar la fuerza militar, pero calculan de forma diferente lo que está en juego mientras esperan a que el desarrollo nuclear iraní alcance cierto límite”, explicó el experto.
Pero este intercambio de razones, que hasta hace poco no pasaba de sanciones comerciales por parte de Occidente y amenazas del régimen iraní de bloquear el abastecimiento de crudo mundial en el estrecho de Ormuz, adquirió un cariz bélico el mes pasado al conocerse que Israel contempla atacar objetivos nucleares en Irán.
¡A las armas!
La respuesta de Irán llegó el lunes cuando el jefe de las Fuerzas Aéreas de la Guardia Revolucionaria, Amir Ali Hayizadeh , afirmó que Irán responsabilizaría también a E.U. de un ataque israelí a sus instalaciones, lo que, en sus palabras, desataría la Tercera Guerra Mundial.
Hayizadeh dijo que ningún ataque israelí ocurriría sin el apoyo de su aliado en Norteamérica y afirmó que las bases militares estadounidenses serían un blanco legítimo, aunque matizó diciendo que Irán no iniciará la guerra pero podría “lanzar un ataque preventivo” si percibe una intensión de ataque en su contra.
“Por esta razón, estaremos en confrontación con ambas partes y en estado de guerra con las bases estadounidenses si estalla un conflicto armado”, dijo en declaraciones difundidas en el sitio web de la cadena de televisión Al-Alam .
El militar añadió que serían las instalaciones estadounidenses en Bahréin, Qatar y Afganistán las que estarían en peligro directo y que “no habrá país neutral en la región”.
Al respecto, el experto en seguridad nacional estadounidense del Brookings Institution, Michael O’Hanlon, declaró a este diario que hablar de otra guerra mundial es exagerada, pero que un posible conflicto bélico tendría consecuencias devastadoras para Oriente Medio.
“Aunque el límite de tiempo por parte de E.U. no quedó claro, las palabras de Obama dejan poco espacio para aceptar a un Irán con armas nucleares y sugieren que en algún momento se autorizará un ataque”.
Decepción israelí
Un eventual ataque al país árabe, según el director del Centro Noruego para la Construcción de la Paz, Mariano Aguirre Ernst , “disminuiría la legitimidad de E.U., en una región de por sí agitada, y aislaría aún más a Israel”.
Una apreciación con la que coinciden analistas como el experto en radicalismo islámico y profesor de la Universidad de Princeton, Sadanand Dhume , para quien las palabras de Obama ante la ONU encierran un llamado al desarme nuclear mas que una invitación a la guerra.
Obama reafirmó ante la ONU que nunca permitirá que la República Islámica desarrolle una bomba atómica para tener luego que lidiar con un problema mayor. El mandatario estadounidense sigue empeñado en contener la furia de Israel, más radical en sus ideas sobre la solución a la ambición nuclear de Irán.
La nación judía se quedó esperando a que E.U. cumpliera la exigencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , de establecer una “línea roja” específica que Irán no debe cruzar.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon , llamó ayer la atención a los líderes reunidos en Nueva York sobre la necesidad de evitar a toda costa un conflicto entre Israel e Irán, el cual, consideró, sería “devastador”.
Sin embargo, la petición del directivo parece estar de más pues, en palabras de Larry Birns, director del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, con sede en Washington, promover otra guerra en Medio Oriente no sería una opción tentadora para el Presidente de E.U., faltando seis semanas para jugarse en las urnas la reelección.
“Tal conflicto estaría lejos de ser popular entre los ciudadanos estadounidenses, aunque Obama se resistirá también a dejar de lado estos asuntos de enorme importancia política”.
Aunque la respuesta de Irán se dará hoy en el seno de la Asamblea General de la ONU, el presidente de ese país, Mahmud Ahmadinejad , minimizó el lunes pasado los anuncios de una acción militar contra el programa nuclear de su Gobierno.
“No nos tomamos en serio las amenazas de los sionistas. Creemos que se ven en un callejón sin salida y quieren encontrar una aventura para salir de este callejón.
Pero, para el docente de Ciencias Políticas en la Universidad de Arizona, David Gibss . “E.U. ha hecho tantas amenazas que se puede haber comprometido a emprender una confrontación directa, y el temor de Obama de parecer débil lo podría llevar a tomar acciones militares”, afirmó el analista.