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HISTÓRICO
Todo el tiempo hay lluvia de meteoritos sobre la Tierra
  • Todo el tiempo hay lluvia de meteoritos sobre la Tierra | El lago Chebarkul cerca a Chelyabinsk donde cayó un pedazo del meteorito (recuadro). FOTO AP
    Todo el tiempo hay lluvia de meteoritos sobre la Tierra | El lago Chebarkul cerca a Chelyabinsk donde cayó un pedazo del meteorito (recuadro). FOTO AP
POR RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ | Publicado

Mera coincidencia, pero qué coincidencia: mientras el mundo esperaba ayer el paso del asteroide 2012 DA14, doce horas antes un meteorito de al menos 10 metros explotó sobre la ciudad rusa de Chelyabinsk en la región de los Urales.

No hubo muertos pero sí destrozos. Y el recordatorio de que la Tierra se mueve en un enjambre de polvo y rocas.

De hecho, el Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la Nasa, conocido como NEOs, estima que cada día el planeta recibe 100 toneladas de material extraterrestre, residuo de la formación del Sistema Solar.

La roca, la más grande que cae desde el evento de Tunguska en 1908, según informes de la Nasa, explotó a unos 20 kilómetros de altura produciendo una onda que destruyó vidrios y afectó edificaciones en esa ciudad, la novena más poblada en Rusia.

Aunque no es inusual que esta clase de objetos llegue a la superficie, sí es raro que se noten. La mayoría cae sobre regiones despobladas o los extensos océanos.

"El 70 por ciento del planeta lo conforman océanos y del resto la mayor parte está despoblada", indicó Marino Guarín, vicepresidente de la Red de Astronomía de Colombia.

Un estudio aparecido en Nature en 1985 mostró que la tasa de impacto en personas es de 1 en 180 años.

Se cree que en promedio de cinco a diez meteoritos mayores tocan tierra cada año y uno como el de ayer se presenta cada cinco.

"Un impacto que puede causar daños y muertes ocurre más o menos cada siglo", dijo a Reuters Simon Goodwin, experto en astrofísica de la Universidad de Sheffield en Gran Bretaña.

No es de extrañar si se considera que hasta anteayer, el programa NEOs reportaba 9.697 objetos hallados, 861 de ellos con un diámetro de un kilómetro o más grande. Unos 1.378 están clasificados como potencialmente peligrosos.

En la práctica no pasa un día sin que un nuevo asteroide sea detectado. Se consideran cercanos aquellos a menos de 40 millones de kilómetros de distancia y peligrosos los que pasan a menos de 7,8 millones de kilómetros.

Son tantos que Javier Rúa, director del Observatorio de La Tatacoa (Huila), citó dos más brillantes que Venus que en enero 3 y 5 de 2002 surcaron los cielos de la región. Tras haber explotado, a los cuatro o cinco minutos los presentes escucharon un sonido seco, metálico.

También Alberto Quijano, director del Observatorio de la Universidad de Nariño, ha visto algunos meteoritos, pero son más los meteoros que rasgan el cielo, aquellas partículas o piedras que se destruyen en la atmósfera.

La Sociedad Meteorológica de Estados Unidos ha logrado ubicar más de 34.000 meteoritos desde el año 2300 antes de Cristo hasta hoy.

No se relacionan
Si bien algunos ligaron el meteorito ruso con el asteroide que pasó a solo 27.000 kilómetros del planeta a las 2:25 de la tarde de este viernes, los expertos descartaron cualquier relación.

"Es una gran coincidencia", dijo Stephen Lowry, astrónomo de la Universidad de Kent en el Reino Unido. El ruso golpeó 12 horas antes. Además, "2012 DA14 se acercó por el sur en relación con el plano ecuatorial de la Tierra, mientras Rusia está en el Hemisferio Norte".

De igual forma se expresó Don Yeomans, experto de la Nasa en asuntos de asteroides.

Cuando una roca de varios metros ingresa a la atmósfera, se fragmenta y explota debido a la diferencia de presión entre la parte que va de frente y la que deja el rastro.

Por la velocidad supersónica a la que cae, crea una onda de choque que produce destrozos en la superficie.

El meteorito ruso cayó a una velocidad de 30 kilómetros por segundo según informes de la Fuerza Aérea rusa. Alan Harris, del Centro Aerospacial Alemán en Berlín, explicó que la roca podría haber tenido de 10 a 100 toneladas, por lo que la explosión pudo tener un poder de unas 10 kilotoneladas de TNT.

Algunas fuentes registraron tres sitios donde impactaron pedazos, uno de ellos en el lago Chebarkul. No se encontró radiación en ninguno estimándose que, como muchos otros meteoritos, estaba compuesto de hierro o de roca.

El de ayer puede considerarse un bólido, un meteorito que por su tamaño cae como una gran bola de fuego, aunque este no provocó ningún incendio, a diferencia del gran impacto de Tunguska (Siberia) en 1908, que quemó bosques en una área de unos 2.000 kilóemtros cuadrados.

Por su tamaño estas rocas son difíciles de observar antes de ingresar a la atmósfera.

En 2008 un asteroide de al menos cuatro metros fue detectado 20 horas antes de entrar a la Tierra. Al ser seguido por telescopios y radares se estableció el sitio de caída en una remota región de Sudán (África), donde meses después se recuperaron algunos de los fragmentos.

A raíz del asteroide 2012 DA14, la Nasa informó en un comunicado que para este siglo no hay ningún asteroide en curso de chocar con el planeta. En enero pasado, tras aproximarse, se corrigió la órbita del asteroide Apophis descartándose que impacte el planeta en 2036 como se sugería.

Hoy no se tiene un sistema para desviar una gran roca que se dirija a la Tierra. Lo único es que una operación tipo Armagedón está descartada.

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