En medio de las piedras, los gases lacrimógenos y los disturbios que enrarecieron la tarde de ayer en Yopal, capital de Casanare, la única certeza que había era que sus habitantes llevan dos años esperando que les restablezcan el servicio de acueducto.
Ayer, la confrontación no solo se dio en la calle sino entre el ministro de Vivienda,
Germán Vargas, y la administración municipal que encabeza el alcalde
Willman Celemin, quien decretó el toque de queda entre las 8 p.m. y las 4 a.m. La medida se mantendrá hasta el jueves.
Y es que el ministro Vargas aseguró que el Gobierno Nacional destinó 170.000 millones de pesos para la construcción del acueducto, pero a la Alcaldía le ha faltado gestión.
Frente a esto, el secretario general,
César Sierra, explicó que si bien es cierto que se aprobó esa partida, para ejecutarla es necesario que el Municipio se acoja al Plan Departamental de Aguas, algo que "resulta inconveniente por tratarse de una ciudad capital". Además, denunció que las protestas "se tenían preparadas hace tiempo" y que en ellas hay agitadores infiltrados que se enfrentan contra los efectivos del Esmad.
Frente al proyecto de pozos profundos para almacenar agua y que había sido planteado como una "solución temporal", indicó que ya está en marcha y se tiene el primero listo, pero están pendientes de la presión de agua.
Algunos habitantes de Yopal se quejaron a través de su cuenta de Twitter de lo que consideran abandono por parte de la administración municipal.