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Un total de 10 internos muertos y 39 heridos fue el resultado del incendio que se presentó en la noche del lunes y la madrugada de ayer en la cárcel La Modelo de Barranquilla, tras un amotinamiento inicial.
Según las informaciones suministradas por las autoridades, las rencillas se presentaron durante el día porque un interno fue herido con arma corto punzante, porque al parecer había delatado una caleta en la que se guardaban drogas y armas hechizas fabricadas en el mismo sitio.
Milton Aníbal, del sindicato del Inpec seccional, dijo que el lunes se presentaron varios enfrentamientos que la guardia logró controlar. Pero en las horas de la noche hubo otro enfrentamiento que motivó a que los guardianes lanzaran una bomba lacrimógena para tratar de persuadir a los revoltosos.
"No hubo enfrentamientos entre los guardias y los internos. La trifulca la tuvieron los internos. Los enfrentamientos que se presentaron durante el día fueron controlados por los guardias, pero en las horas de la noche al parecer incendiaron una colchoneta que no se pudo controlar porque no contamos en estos momentos con los recursos necesarios", apuntó Aníbal.
Según el general Rodolfo Palomino, director de la Policía, citado por Colprensa, la respuesta de la guardia penitenciaria no incluyó el uso de gases lacrimógenos.
De acuerdo con las declaraciones que la Defensoría del Pueblo estuvo recepcionando, los internos hicieron "referencia a que la guardia se excedió en el uso de gases y esto ayudó a que se agravara la situación. Por su parte la guardia señaló que consecuencia directa fue el incendio de las colchonetas lo que permitió que se expandiera el incendio y de ahí el trágico resultado", indicó Jorge Armando Otálora, defensor del Pueblo.
El funcionario agregó que la de Barranquilla "es el vivo ejemplo del hacinamiento carcelario" en el país. "Tiene una capacidad para 453 personas y hoy tiene más de 1.123. El pabellón B donde se presentó el suceso lamentable tiene capacidad para 191 personas y hoy tiene más de 700".
"A nosotros nos han llegado informes de personas y familiares de reclusos, sobre excesos cometidos por el Inpec en la cárcel de Barranquilla", señaló a este diario Iván Cepeda, representante del Polo.
Sobre el caso de Barranquilla agregó que la situación debe ser investigada y esclarecida. "He venido diciendo desde hace tres años en el Congreso que las cárceles son una bomba de tiempo. Esa situación era previsible, la de Barranquilla, y todo lo que pasa en las cárceles del país: enfermedades, están que se vienen al suelo. Así como las que se construyeron en el gobierno anterior, que son unos hornos en tierra caliente, y unas neveras en tierra fría. La situación de las personas que están en las cárceles colombianas es infrahumana"