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HISTÓRICO
Tregua y cumplir acuerdos, entre las condiciones de Farc para dejar armas
  • Tregua y cumplir acuerdos, entre las condiciones de Farc para dejar armas | Félix Antonio Muñoz Lascarro alias "Pastor Alape". Foto: @farc_epaz
    Tregua y cumplir acuerdos, entre las condiciones de Farc para dejar armas | Félix Antonio Muñoz Lascarro alias "Pastor Alape". Foto: @farc_epaz
Colprensa | Publicado

Tras presentar a los 18 nuevos miembros que estarán en la subcomisión técnica del cese al fuego, las Farc dijeron desde Cuba este viernes que la “dejación de las armas” sólo se dará tras una “larga tregua e implementación de acuerdos”, como también al compromiso de acabar definitivamente al paramilitarismo.

El planteamiento lo hizo uno de los nuevos negociadores, el miembro del secretariado alias ‘Pastor Alape’, quien antes de ingresar al inicio del ciclo 30 con el Gobierno en el marco de la mesa de negociación expuso los planteamientos con los que se discutirán esos temas.

Según Alape, las Farc “reiteramos, que conceptos como “transición”, “desmovilización” y “entrega de armas”, no existen ni en la gramática del acuerdo de La Habana, ni mucho menos en el lenguaje de la guerrilla”.

Y sostuvo que la dejación de las armas “dentro de nuestra visión es un asunto que requerirá de una larga tregua e implementación de acuerdos. Significa la no utilización de las armas para hacer política. Esto es válido para la guerrilla y para el Estado”.

El miembro del secretariado indicó que momentos claves del proceso de terminación del conflicto como la “Reincorporación” y la “normalización” no se podrán dar porque “con paramilitarismo vivo es un contrasentido. Dar este paso es una necesidad a la que no se le puede sacar el cuerpo”.

Al respecto dijo que ese es un compromiso a discutir dentro de la agenda, cuando se señaló que “en el marco de lo establecido en el punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá, entre otros, el fenómeno del paramilitarismo”.

“Al respecto, insistimos, en que para cumplir con este propósito, los guerrilleros que integrarán el grupo de esclarecimiento, tendrán presente que una cosa son los hechos y daños producidos por el paramilitarismo, y otra es “el fenómeno del paramilitarismo” como tal, que alude a cómo se conformó e integró, cómo funcionó, en dónde se fue estableciendo, con qué dineros, quiénes lo auparon y estimularon y si todavía está vivo. Y es necesario hacerlo desde ya, porque se trata de un mandato de las partes, y porque, del desmantelamiento total del paramilitarismo depende el éxito del post acuerdo”, concluyó.

"El comando de la normalziación"
Por su parte, el jefe de la delegación de las Farc, alias Iván Márquez, presentó al nuevo grupo de guerrilleros que llegaron a la mesa de negociación como el “Comando guerrillero de la normalización”, y del que hacen parte 18 miembros de distintos órdenes de mando y militancia.

En su intervención Márquez señaló: “aquí estamos los guerrilleros de las Farc, con toda nuestra carga artillera política, resueltos a jugárnosla por la paz de Colombia”.

De los nuevos miembros hacen parte dos integrantes más del secretario, los comandantes alias Pastor Alape y Carlos Antonio Losada, y fue precisamente Alape quien presentó los comentarios de fondo de las Farc sobre el objetivo de la subcomisión que ya habla con la contraparte (Gobierno y Ejército) sobre el cese al fuego y la dejación de las armas, entre otros aspectos).

También llegaron a La Habana otros mandos como Rubín Morro, Pacho Chino, Walter Mendoza, integrantes del Estado Mayor Central. Lo refuerzan jefes medios de la insurgencia como Romaña, al igual que Erica, Matías, Isabela, Mirella, Milena, Mayerli, Sami, Leónidas, Eduardo, Pablo Atrato y Gabriel.

Según el jefe negociador alias Iván Márquez, “este es nuestro Comando Guerrillero para la Normalización que explorará caminos con altos oficiales del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, en busca de un acuerdo que nos permita concretar el armisticio demandado por las víctimas del conflicto y clamor de una Nación, y de fórmulas y visiones que satisfagan a las partes en torno al sensible tema de dejación de armas, entendida ésta por nosotros, como su no utilización en la política, compromiso que toca por igual al Estado colombiano y a las Fuerzas Insurgentes”.

Finalmente, consideró que “el Ejército retorne a su función constitucional de defensa de las fronteras de la patria no es negociar el ejército, sino un deber y mandato derivado de la Carta Magna, propósito que ningún colombiano sensato se atrevería a cuestionar”.

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