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El calor, que se supone jugaría en contra de Millonarios, pues éste equipo viene de clima frío, terminó haciéndole daño al local Real Cartagena, onceno que lució agotado en el empate de este domingo a cero goles ante el equipo de Bogotá.
En la décima primera jornada del torneo Apertura, los “auriverdes” siguieron cediendo terreno en casa, en donde no ganan desde hace tres fechas, lo cual tiene al equipo parcialmente por fuera de los cuadrangulares semifinales.
En el estadio Jaime Morón León, Real no pudo derrotar a un Millonarios que, pese a tener una lujosa nómina, no mostró mayor cosa en el terreno de juego, lo cual hizo que la tristeza fuera mayor en los aficionados locales.
El local careció de ideas en el medio campo, no tuvo brújula durante la mayor cantidad del compromiso y eso hizo que el equipo no lograra originar serias oportunidades de gol.
Real hizo lo que al visitante más le convenía, pues nunca pisó el acelerador para apurar las acciones y así comenzar a desgastar al contrario.
Millonarios esperó en el fondo y se dedicó a contragolpear sin fortuna con Carmelo Valencia, quien fue bien referenciado por la defensa cartagenera.
La primera mitad sólo tuvo una acción de riesgo. Al minuto 30, José Nájera recibió libre de marca un centro por el costado derecho e impactó de primera cerca del punto penal enviando el balón por arriba.
Y esa llegada fue la situación más emocionante de los primeros 45 minutos, los cuales resultarían ser muy similares a los de la etapa complementaria, en donde se jugó un partido sin dinámica y sin claridad en la cancha de parte de ambos oncenos.
La inexplicable expulsión del defensa Harold Macías al minuto 70 por parte de Imer Machado, juez del compromiso, quien posteriormente tomaría dos o tres decisiones más de manera desacertada, y el remate que por poco se mete en el arco de José Cuadrado a los 90 minutos de Emerson Chamorro, resumen lo que fue la segunda mitad.
Este domingo quedó claro que varios jugadores del equipo local quedaron sin arrestos físicos en el terreno de juego y, además, que el equipo en la mitad de la cancha no tuvo el conductor que le permitiera a los atacantes quedar en posición anotadora.
El local dejó escapar dos puntos más en su feudo ante un Millonarios lleno de figuras, quienes del Jaime Morón se fueron debiéndole fútbol a los cerca de 8 mil aficionados que pagaron la boleta.