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El cierre de la planta de ensamble no implicó nunca la salida de Mazda del mercado automotor colombiano. Fue el resultado de una nueva etapa que la firma japonesa inició en Colombia y que esta semana reafirmó con la presentación y primer contacto con su nueva apuesta en el segmento C de esta industria.
Se trata de la evolución de su modelo Mazda 3. Y es en verdad una evolución. Empezando porque de los componentes que tiene el actual Mazda 3 All New, ninguno tendrá cabida en la nueva carrocería, diseño y mecánica de este modelo.
Además, la versión de 1.600 centímetros cúbicos desaparece, y de ahora en adelante todas sus versiones están amparadas en la mecánica de un 2 litros, de 153 caballos de potencia.
Ya es Skyactiv
Pero la gran novedad que trae esta tercera generación del Mazda 3, es la incorporación de la tecnología Skyactiv, que ya se encontraban en los Mazda 6, y CX5 en Colombia.
Con esta tecnología, explica Jairo Giraldo, jefe de entrenamiento de Mazda, la marca implementa una nueva fórmula en sus carros, conocida como 15-15-15. Esto, señala, traduce un 15 por ciento menos de consumo de combustible, un 15 por ciento de reducción en las emisiones al medio ambiente, y un 15 por ciento de incremento en la potencia que entrega.
Esta tecnología lo que hace es replantear desde la ingeniería del auto elementos como motor, caja, transmisión y chasís y también sistemas de frenos, entre otros.
Y aunque en todas sus versiones el carro está diseñado para operar con gasolina de la llamada corriente, el nivel de comprensión que alcanza es de 13:1, que sería el nivel esperado en un vehículo tipo diésel. De ahí parte la capacidad de torque y potencia que permite que desde niveles de revoluciones bajos, ya su desempeño en carretera o ciudad sea de buen dinamismo, como lo comprobó El Colombiano durante el primer contacto con el auto, realizado recientemente en la vía que de Cartagena conduce a Barranquilla.
El comportamiento de ese nuevo sistema propulsor incorporado en el carro, está gestionado, bien por una caja mecánica de seis marchas, o una automática, también de seis velocidades adelante.
Esta última, que fue la utilizada en la prueba por parte de El Colombiano mostró un comportamiento de respuesta rápida, tanto en la conducción drive, como en la posibilidad de manejo semi manual que ofrece.
Recuperaciones eficientes hacen que la agilidad en la marcha no se pierda con las transiciones entre cambios. Algo útil para afrontar ascensos, propios de la geografía colombiana.
Conectividad
En la experiencia de manejo, además de su comportamiento en ruta, se suma un desarrollo en conectividad que permite desde el habitáculo contar con una plataforma de información y entretenimiento bajo el concepto Mazda Connect que posibilita la interacción con el vehículo bien sea por comandos de voz, la pantalla táctil o el uso del sistema de un botón multicomando.
Desempeño, diseño y conectividad hacen de este carro una alternativa que quiere jugar duro en el segmento C.