Las elecciones regionales en Venezuela dejaron claro que aunque el presidente Hugo Chávez sigue siendo mayoría, cada día enfrenta más obstáculos para mantenerse en el poder de manera definitiva y para desarrollar su proyecto de socialismo del siglo XXI.
El mandatario logró retener 17 estados, algunos amenazados por antiguos chavistas, pero perdió a Caracas la capital del país y al estado de Miranda, lo cual no estaba en ninguno de los cálculos del gobierno.
Además su deseo de hacerse al estado petrolero de Zulia tampoco se pudo concretar y perdió los de Carabobo y Táchira, donde se sabía que la competencia estaría dura pero el gobierno esperaba mantener bajo su dominio por el peso que tienen en materia electoral.
En la Gran Caracas, integrada por cinco municipios, el oficialismo solamente logró quedarse El Libertador y perdió el de Sucre, donde se encuentra el barrio más grande de América Latina (Petare) y que es considerado bastión chavista porque lo habitan en su mayoría sectores sociales muy pobres.
De hecho, en los cinco estados y la Gran Caracas vive el 44 por ciento de los venezolanos y en su mayoría están conformados por una población urbana. Esto también deja claro que la población rural, como lo reconoció el nuevo alcalde del municipio Baruta en la Gran Caracas, Gerardo Blyde, mantiene un mayor respaldo al presidente Chávez, algo que debe analizar la oposición para el futuro.
Tras conocerse los resultados varios analistas hicieron conjeturas a través de medios de comunicación. El politólogo Ricardo Sucre lo calificó como "un éxito muy importante para la oposición que sentó un gran precedente de soberanía popular".
Otros coincidieron en que con el nuevo mapa electoral se dificulta el reeleccionismo en que está empeñado el Presidente porque ahora tendrá mayor resistencia desde cargos igualmente importantes. Además porque el respaldo en votos que tienen los avala.
Consideran un logro dentro de un ambiente hostil y de ventajismo en que compitieron con el gobierno durante la campaña electoral y que abre las puertas para que nuevos aspirantes a la Asamblea Nacional logren el próximo año conformar un poder más equilibrado y con representatividad de todos los sectores del país.
Ricardo Sucre, como ya lo planteó el director del diario Tal Cual, Teodoro Petkoff, cree que uno de los problemas es que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no se ha comportado como la autoridad que es y espera que en el futuro asuma ese rol.
Teódulo López, en su blog en internet, sostiene que la oposición mejoró la base de su batalla y cree que habría podido obtener mejores resultados sino hubiesen sido tan ciegos en los estados de Barinas y Bolívar donde se presentaron divididos.
Un nuevo clima
Tras reconocer los triunfos de algunos de sus opositores, el presidente Hugo Chávez calificó el proceso como un éxito de la democracia y la Constitución bolivariana, "el que en unas elecciones regionales haya habido 65,45 por ciento de participación".
El mandatario aseguró que los comicios derrumbaron la tesis de que en Venezuela hay una tiranía y pidió a la oposición no volver a arremeter contra la República.
"Ojalá que no vuelvan a caer en los gravísimos errores en los que cayeron en el 2001, 2002, y 2003, cuando desde el gobierno de Miranda, por cierto, desde la Alcaldía Mayor de Caracas, por cierto, desde otras gobernaciones y alcaldías arremetieron contra el pueblo, arremetieron contra la república y contra la paz, sacando las banderas del fascismo" insistió el Presidente.
Chávez pidió a los nuevos gobernantes opositores que se "dediquen a atender al pueblo, a gobernar con transparencia, con honestidad y con respeto al gobierno nacional y a las instituciones de los estados y municipios".
El nuevo alcalde de la Gran Caracas, Antonio Ledezma, anunció que trabajará de la mano con el alcalde de Chacao, Leopoldo López, quien fue inhabilitado por la Contraloría para aspirar a ese cargo, y señaló que los vencidos fueron la delincuencia y quienes no supieron administrar los cargos que el pueblo les dio.
El electo gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles Radonski, le respondió al Presidente que está listo para que trabajen en conjunto y coordinadamente y aclaró que no vino a pelear sino a trabajar. Le envió un mensaje para que lo incluya en su agenda para llevarle sus carpetas de propuestas sociales para desarrollar en su nuevo cargo.
El presidente de Fedecámaras, el gremio más poderoso del país, José Manuel González, manifestó la disposición de los empresarios a trabajar con los nuevos gobiernos regionales y el gobierno nacional "para sacar el país adelante".
Un nuevo aire se respira por lo menos en Caracas, donde hay optimismo frente a lo que puede suceder en los próximos cuatro años.