viernes
7 y 9
7 y 9
He dicho siempre que la mejor inversión es la que se hace conociendo nuevas experiencias, soluciones dadas en los distintos países y lugares para aplicarlas a lo nuestro. Viajar al exterior para ver culturas diferentes o viajar por Colombia para alegrarse por lo que tenemos.
En estos días hicimos un viaje familiar por el departamento de Santander. Bucaramanga, San Gil y Barichara.
Bucaramanga con sus edificios, clínicas y una buena medicina, el nuevo puente, hoteles como el recientemente construido Tryp, donde recibimos la mejor atención e impresión.
El Parque del Gallineral, en San Gil, con árboles de todas las clases llenos de barbas, los senderos empedrados al lado del río y toda la riqueza natural. El impresionante e imponente cañón del Chicamocha, el parque, el cable y los deportes extremos que se pueden practicar allí. Por supuesto que no hice parte de esos deportes.
La ciudad colonial y bien conservada de Barichara, ejemplo para los alcaldes de ciudades históricas y coloniales. Una ciudad con todas sus casas blancas y cerraduras con los diferentes colores coloniales. Alcaldes que prefieren el respeto por la ciudad a ceder a las presiones de sus habitantes.
El parque central con los negocios asentados en sus cuatro costados, pero con todo el respeto para sus habitantes y visitantes. Nada de música a todo volumen. Nada de gente alicorada dando espectáculo, nada de turistas borrachos y botella en mano como pasa en nuestro entorno en las ciudades turísticas. Calles empedradas a las que se les hace un mantenimiento constante, aseadas y con aceras bien tenidas, en fin, una ciudad ordenada, tranquila, que ha tenido la fortuna de contar con buenas administraciones.
Se cumplen las normas, no se permite que dañen las fachadas, no se autorizan reformas que se salgan de las normas de patrimonio histórico y arquitectónico. Hay planeación y control.
Se encuentran empresas de artesanías de calidad en piedra, en madera y otros materiales. Taller de Artes y Oficios, taller de fabricación de papel, hecho a mano de fibra de fique y de piña.
Buenos restaurantes y hoteles. Nos alojamos en el hotel Hicasua, donde nos encontramos con sorpresas agradables. Unas tapias de barro de diferentes colores, elementos como los lavamanos y sus grifos hechos en piedra de la región. Los talladores en Barichara son reconocidos por la calidad de sus trabajos.
Ahora veo que viajar por Colombia no solo es para conocer, sino para tratar de convencer a los alcaldes de nuestras ciudades turísticas de que sí se puede conservarlas y desarrollarlas sin sacrificar el bienestar de sus habitantes. Con autoridad y con la ayuda de las personas se pueden hacer grandes cosas.
Belisario Betancur y su esposa promovieron y crearon el Taller de Artes y Oficios, el alcalde de la época permitió esa gran ayuda. Mi parienta política Ángela Ceballos viuda de Gómez, antioqueña residente en Bogotá, quien posteriormente se radicó en Barichara, se dedicó a trabajar por esta ciudad. Con su esfuerzo, entusiasmo, aceptación y ayuda de los alcaldes, hizo posible la obra de la biblioteca pública y el refugio para los adultos mayores en el corregimiento de Guane.