viernes
7 y 9
7 y 9
Ni pequeño, menos grande. Tampoco oculto detrás de otro cuerpo. El planeta X no apareció.
Aunque ese no fue el objetivo de su misión, la información del satélite Wise de la Nasa no permite inferir siquiera su presencia.
Planeta X lo llamaron algunos astrónomos; Némesis o Tycho otros que hablaban no de planeta sino de una estrella hermana del Sol con el que conformaba un sistema binario. Otros lo asociaron a Nibiru, ese astro de la mitología babilónica que se supone debió destruirnos hace dos años.
Para algunos se ocultaba en la nube de Oort. Esa hipótesis sugería que Némesis seguía una órbita elíptica y a su paso por la nube cada 26 millones de años perturbaba la trayectoria de una sarta de cometas que tomaban rumbo al Sistema solar interior y provocaban masivas extinciones.
Eso lo sostuvieron, por ejemplo, John Matese y Daniel Whitmire en el journal Icarus en 2010, quienes afirmaron que su existencia habría sido confirmada por la misión Wise.
Sin señales
No fue así y todas esas conjeturas, como la existencia misma del acompañante del Sol se desvanecen.
"El Sistema Solar exterior probablemente no contiene un planeta gaseoso gigante ni una estrella compañera", dijo Kevin Luhman, del Centro para los Exoplanetas y Mundos Habitables de Penn State University, autor de un artículo científico en el Astrophysical Journal en el que describe los resultados de Wise.
Wise es el Wide-Field Infrared Survey Explorer. Por débil que fuera el objeto para ser visto en luz visible dada su lejanía no escaparía a la mirada en infrarrojo que incluso detecta objetos detrás de nubes de polvo y gas.
"Sistemas estelares que estaban ocultos a la vista aparecieron en los datos de Wise", indicó Ned Wright, de la Universidad de California en Los Ángeles, investigador principal de la misión.
Lo que vio
No es mentira. El satélite, lanzado en 2009, detectó cerca de 33 enanas marrón dentro de un radio de 26 años luz del Sol. Y en ese mismo espacio encontró 211 estrellas que conforman el real vecindario de nuestro Sistema Solar.
Esto sugiere que habría una enana marrón por cada seis estrellas normales.
Uno de los hallazgos llamativos fue un par de enanas marrón (cuerpos fríos mucho más grandes que Júpiter pero menores que una estrella) a solo 6,5 años luz.
En un radio de 500 años luz desde el Sol, Wise encontró 3.525 estrellas y enanas. "Estamos hallando objetos que pasaban desapercibidos", consideró David Kirkpatrick, de la oficina de análisis de datos en infrarrojo de la Nasa.
Es una cantidad apreciable si se considera que el universo tiene 13.500 millones de años y la Vía Láctea se expande por unos 100.000 años luz.
Estrellas y objetos tenues y lejanos, pero ni asomos del Planeta X. Y aunque la imaginación seguirá viéndolo detrás de misteriosas barreras, Wise salió, se asomó y nada encontró.
La búsqueda continuará.