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Por hacerle dos goles, cuando era delantero del equipo Talento Antioqueño y jugaba la tradicional Copa Cipa de escuelas, Yonny González llegó al Envigado.
No olvida que "esa vez perdimos 2-4, pero jugué tan bien que Gustavo Upegui -q.e.p.d.- me dijo que si quería formar parte del elenco naranja y le di el sí después de hablar con doña Rosalba Zuluaga, quien era la que nos ayudaba en ese semillero".
Eso fue hace 10 años y desde ese día le empezó a cambiar la vida a este paisa de origen chocoano, porque a los 12 ya jugaba el Pony y a los 15 inició el proceso que lo tiene en la titular de la Liga Postobón-2.
Solo que le tocó cambiar de posición para asegurarse un puesto, a sus 20 años de edad, en el conjunto naranja que busca la segunda clasificación consecutiva a semifinales.
Una vez no llegó el seis del equipo y el técnico Rubén Darío Bedoya le propuso a Yonny que jugara ahí y "de una le dije que sí; no me arrepiento, porque gracias a ello tengo hoy regularidad y el privilegio de jugar con los experimentados Andrés Orozco y Néider Morantes ".
El admirador del volante francés Paul Pogba y el recuperador colombiano John Javier Choronta Restrepo se propuso aprovechar su fortaleza física y el manejo de pelota para hacerse notar y lo está logrando para felicidad de su padre Efraín González, su madre Luz Marina Murillo y su hermana Gisela.
Sin acelerarse cuando lo concentraban y no hacía parte del partido, consciente de que "esto es ratificar tu capacidad todos los días", Yonny esperó su oportunidad y esa le llegó al comienzo de este año.
Ya no hace los goles que lo proyectaron de joven, pero al combinar "técnica con agresividad", se ganó la confianza del estratega Juan Carlos Sánchez y está ratificando que, de Belencito salen buenos jugadores, pues de allá también son Alexis Zapata y Juan Esteban Ortiz.
Esas cualidades especiales y la seguridad con la que luce en la cancha han sido determinantes para que Yonny empiece a soñar con un futuro más halagador de cuenta del conjunto naranja, en el que sus compañeros le piden que no pierda la calma y aproveche lo suyo para que continúe proyectándose.
Para ello Yonny González, amo del perro Dólar (de raza Pitbull con el que pasea y hace ejercicio) se convenció de que "lo mejor es corregir todo lo que le pidan los entrenadores y mejorar cada día" para alcanzar sus próximos dos sueños: jugar como el español Andrés Iniesta y ser campeón con Envigado.