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La inclusión de cerca de 600.000 motos de cuatro tiempos que circulan en el Aburrá en la restricción de pico y placa, la ampliación a seis dígitos, y la consolidación de la medida en todo el Aburrá —como se determinó en marzo para atender la contingencia por contaminación atmosférica—, están entre las acciones propuestas para prevenir futuras crisis por calidad del aire.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá reveló ayer a representantes de las empresas asociadas en la Cámara de Comercio del Aburrá Sur los avances en la construcción de un protocolo para que en un futuro cercano la ciudadanía esté familiarizada con las medidas que se deben tomar para mitigar una contingencia como la que se vivió entre marzo y abril de este año.
Pero no solo los vehículos —señalados de la generación primaria de casi un 80 por ciento de las partículas menores a 2,5 micras—, se comprometen en el plan de acción para enfrentar los riesgos que puede representar la contaminación en periodos específicos. Se estima que la industria también aporte a regular la contaminación cada vez que sea necesario.
“No podemos pensar que el problema de la contaminación es solo un asunto que le corresponde al sector público. Es responsabilidad de todos, porque se afectan la salud y también la competitividad”, señaló Liliam Mesa Arango, Presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio del Aburrá Sur.
Según estudios que ha adelantado la autoridad ambiental, con asesoría de la Universidad Pontificia Bolivariana, para conocer en detalle el comportamiento de los contaminantes en la atmósfera, por estos días y hasta el mes de noviembre habrá condiciones para que se incremente la concentración de partículas dañinas para la salud en el aire del Aburrá.
La subdirectora ambiental del Área Metropolitana, María del Pilar Restrepo, explicó que los datos que suministran las estaciones de la red de monitoreo de la calidad del aire dan cuenta de dos temporadas, en marzo y octubre, en las cuales aumenta la concentración de partículas contaminantes en el aire, principalmente PM 2,5 (menores a 2,5 micras), PM 10 (menores a 10 micras) y Ozono superficial. Según la funcionaria, los incrementos tienen que ver con las condiciones topográficas, climáticas, de movilidad y actividad industrial que son particulares en el Valle de Aburrá.
“Estando en un valle estrecho, entre montañas, estos eventos críticos se presentan en condiciones de baja nubosidad, baja radiación y estabilidad atmosférica (baja velocidad de los vientos)”, explicó.
Es en este sentido que la autoridad ambiental ha elaborado un protocolo para enfrentar episodios críticos de contingencia atmosférica en el Valle de Aburrá. Antes de ser acuerdo metropolitano, el proyecto deberá cumplir con un proceso de socialización y contar con el visto bueno de los 10 alcaldes del área metropolitana.
Ana Zuleima Orrego, profesional de apoyo a la Gestión de la Calidad del Aire, reveló el contenido de la propuesta de acción ante las concentraciones riesgosas de PM 2,5, partículas respirables, que por su tamaño representan la mayor amenaza para la salud.
Anotó que mientras la Organización Mundial de la Salud —OMS— recomienda que la concentración de PM 2,5 se mantenga por debajo de 10 microgramos por metro cúbico, la norma nacional va hasta los 25 microgramos y el promedio anual en el Aburrá alcanza los 30 microgramos, el triple de la recomendación del organismo internacional.
El plan pretende no esperar a que la crisis alcance los niveles registrados el pasado mes de marzo, sino, a partir del seguimiento a las estaciones de monitoreo, implementar medidas previstas que se ajusten al riesgo, desde la alerta naranja (nivel dañino para grupos sensibles), hasta la de caracterización de emergencia. Las acciones consideradas para este tipo de eventualidades van desde la recomendación de abstenerse de la exposición prolongada al aire contaminado para niños y ancianos, hasta establecer restricciones progresivas para las actividades al aire libre, los vehículos y la industria, de acuerdo con su aporte a la contaminación de la atmósfera.
“La idea es que se tomen decisiones muy rápido ante la identificación de la contingencia y que los ciudadanos estén informados y conozcan desde el final de la tarde las medidas que se tomen para el día siguiente”, señaló la funcionaria.