viernes
7 y 9
7 y 9
Con un presupuesto municipal limitado para realizar inversiones en proyectos estratégicos y con la olla raspada del Gobierno Nacional para impulsar iniciativas regionales, las alcaldías apelan a otras fuentes para financiar sus obras.
Una de estas fuentes alternativas para ejecutar proyectos locales proviene de la cooperación internacional, por medio de la cual, países con igual o mayor nivel de desarrollo, organismos multilaterales o no gubernamentales, transfieren tecnología, conocimiento, experiencias o recursos a una entidad territorial.
Según cifras de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana (ACI), en los últimos 14 años, la ciudad logró atraer US$94,46 millones en proyectos de cooperación internacional.
Esta cifra aún no incluye la millonaria suma anunciada en julio pasado por el Ministerio de Territorio, Infraestructura de Corea del Sur, de US$12,5 millones para el mejoramiento del transporte urbano, que está en formalización, y que se convertiría en la más alta donación recibida por la capital antioqueña en su historia.
Catalina Restrepo Carvajal, directora de la ACI, dijo que pese a que Medellín está en un buen momento de sus relaciones internacionales, no se puede bajar la guardia en la gestión de nuevos aportes.
“Las oportunidades están pero hay que saberlas buscar. La imagen de la ciudad ayuda, pero no es sencillo conseguir los aportes porque dependemos de variables como los momentos políticos y la macroeconomía”, mencionó.
Restrepo puso de ejemplo a España y Estados Unidos, cooperantes recurrentes hace una década, que ahora no lo son tanto por la crisis económica del primero y las nuevas políticas del segundo.
Los componentes de urbanismo, movilidad y medio ambiente han recibido el 23 % de la cooperación desde 2004; seguidos por desarrollo social, con 22 %; internacionalización, con 13 %; y desarrollo económico, con 11 %, según registros de la ACI.
Entre los proyectos que más recursos han cooptado en Medellín se citan el Distrito Térmico de EPM en la Alpujarra, con US$6 millones del Gobierno suizo, en 2014; un programa de inclusión, con dinero del Ayuntamiento de Bilbao (España), en 2008, por US$2,6 millones; y una unidad de investigación de enfermedades infecciosas y tropicales, financiada con US$2 millones por la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos), en 2015.
Según Restrepo, la cooperación ha evolucionado favorablemente en Medellín desde los 90, la época más crítica de la ciudad por sus altos indicadores de violencia (en 1991 fue la ciudad más violenta del mundo con 7.273 homicidios, 20 diarios, según el registro de la Alcaldía). Conforme la capital antioqueña fue saliendo de su peor momento, se empezó a relacionar internacionalmente y recibió las primeras donaciones. Los proyectos locales que impulsaron organismos internacionales variaron según las necesidades sociales de cada época histórica.
“Primero, el Banco Mundial y los gobiernos de España, Japón y Estados Unidos apoyaron temas sociales y de educación. Ahora los ítems fuertes son urbanismo, movilidad, industrias creativas, ciencia, tecnología e innovación. Se gestiona dependiendo de los requerimientos”, añadió.
¿Cómo y qué se gestiona?
Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, indicó que la apertura económica del país (1990) permitió la llegada de agencias de la ONU. “Se activaron programas de cooperación, nos acercamos a Europa y se equilibró la relación con Estados Unidos”, señaló Jaramillo.
Desde entonces los recursos de cooperación solventaron programas para atender el conflicto armado, que fue un imán de cooperación.
En la actual década, en la medida que avanzó el proceso de paz con las Farc, los recursos migraron a proyectos de desminado y planes de reincorporación, entre otros.
Según Jaramillo, existen tres caminos para gestionar recursos de cooperación. El primero es formal, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores; el segundo se da por intermedio de la Agencia Presidencial de Cooperación; y la tercera opera cuando cada municipio o distrito fomenta sus relaciones en el exterior, a través de agencias locales.
En el caso de Medellín, la ACI fue creada en 2002 mediante una asociación de la Alcaldía, EPM, el Área Metropolitana y Emvarias.
Mario Luis Ernesto García Viveros, profesor de Diplomacia Corporativa de la Facultad de Negocios de la Universidad de Medellín, destacó los avances de la ciudad en la elaboración de una estrategia descentralizada en el exterior. “La cooperación se ha dado, en parte, por el conflicto, pero la ciudad se reconoce por su esfuerzo de transformación. Se realizan campañas de cómo vender a Medellín y se hace lobby sostenido ante organismos internacionales. Con el fin del conflicto (con las Farc) se va yendo la donación financiera, pero queda la cooperación técnica. Ahí está el reto”, dijo.
En eso coincide María Alejandra González Pérez, docente del Departamento de Organización y Gerencia de Eafit, quien explicó que Colombia, como país en vía de desarrollo, era un objetivo más certero de apoyo monetario en el exterior. A medida que las condiciones socioeconómicas mejoran, la comunidad internacional tiene la percepción de que el país no necesita tanta ayuda, por lo que desplaza los aportes a lugares donde el impacto será mayor, explicó.
Por eso Medellín tendrá que adaptarse a ese nuevo escenario para mantener las ayudas. La directora Catalina Restrepo indicó que la ACI sale a buscar convocatorias, presenta proyectos ante organismos internacionales y asiste a foros donde puede mostrar la ciudad. “No podemos hablar como país porque tenemos muchas necesidades diferentes y a través de la cooperación se pretenden resolver problemas locales”, sostuvo.
Fuera de los US$94 millones que la ciudad ha recibido desde 2004, también ha sido beneficiado con intercambio de experiencias y asistencia técnica. La transformación de la ciudad también la ha convertido en un centro de aprendizaje de otras ciudades.
Por ejemplo, esta semana (culmina hoy en Eafit) se desarrolla la Reunión Anual de Alcaldes de Latinoamérica, evento del Banco Interamericano de Desarrollo en que la temática es la inclusión social.
Asimismo, entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre el Banco Mundial realizará el Medellín Lab, un laboratorio de experiencias en el que líderes de África e Indochina vienen a aprender de la ciudad.
“Esa es otra forma de cooperación, por eso es de doble vía”, concluyó Restrepo.
proyectos de cooperación ha financiado el Ayuntamiento
de Barcelona (España).