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Mientras que en Murindó, los organismos de socorro lograron entrar a las comunidades indígenas que quedaron aisladas por las crecientes de los ríos Murindó y Chaveradó, ayer se presentaron dos nuevas emergencias en zonas rurales de El Bagre y Nechí, en el Bajo Cauca antioqueño.
El secretario de Gobierno del municipio de Nechí, Neider Hoyos, afirmó que en las veredas La Trinidad y San Pedro se desbordaron varias quebradas que afectaron a unas 200 familias.
Advirtió que en estos caseríos cayó un aguacero que hace más de 50 años no se presentaba en ese sector del Bajo Cauca.
Indicó que en la vereda La Trinidad a numerosas casas solo se les veía el techo.
Agregó que las familias perdieron, además de todos los enseres de hogar, los cultivos y numerosas cabezas de ganado.
Anotó que en la vereda San Pedro, en el límite entre Nechí y El Bagre, estaban confirmando una información según la cual hay una familia desaparecida.
El capitán René Bolívar, coordinador de la Unidad de Manejo de Desastres del Departamento Administrativo para la Prevención y Atención de Desastres (Dapard) de Antioquia, informó que hacia estas veredas partió una comisión de la entidad compuesta por un geólogo y funcionarios de la Comisión Social.
La Organización Indígena de Antioquia (OIA) afirmó que el desbordamiento de la quebrada San Pedro dejó damnificadas 20 familias de la comunidad embera ayavida que está ubicada en la ribera de la quebrada que es jurisdicción de el municipio de El Bagre.
El gobernador local de esta comunidad, Ovidio Domicó dijo que a las 2:30 a.m. del miércoles fueron sorprendidos por las creciente súbita de la quebrada que se les llevó todos los enseres de hogar, los cultivos, los animales domésticos y toda la dotación del restaurante escolar.
En Murindó, la Organización Indígena de Antioquia informó que ocho comunidades de la etnia embera (463 familias) lo perdieron todo. Se trata de los poblados de Guaguas, Isla Coredó, Bachibudi, Chimiadó, Ñarengue, Turriquitadó Llano y Turriquitadó Bajo.
Ayer, en un helicóptero se desplazó una comisión de Dapard, que visitó las comunidades que quedaron aisladas en zona rural.
Inicialmente les llevaron a las familias afectadas alimentos y agua potable, porque la avalancha afectó los sitios donde las comunidades se abastecían del líquido.
José Leonardo Domicó, consejero de Gobierno de la OIA, dijo que “la situación de ocho comunidades indígenas del municipio de Murindó es muy delicada. Por esta razón iniciamos una recolecta de alimentos en Medellín . La OIA espera las ayudas de la comunidad que se quiera solidarizar en la sede, ubicada en la carrera 49 número 63-57, del barrio Prado Centro y en la línea telefónica, 520 74 04”.