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No existe “la Oficina” como tal: general Nieto

El director de la Policía dijo que en el país hay estructuras independientes fuera de la ley. El foco de la institución está en frenar la economía ilegal que las alimenta.

  • El general Jorge Nieto estuvo de visita en Medellín, en el marco de la Cumbre Anual de Generales. Asistió a reuniones de análisis de seguridad con el Alcalde y el Gobernador. FOTO Esteban Vanegas
    El general Jorge Nieto estuvo de visita en Medellín, en el marco de la Cumbre Anual de Generales. Asistió a reuniones de análisis de seguridad con el Alcalde y el Gobernador. FOTO Esteban Vanegas
22 de enero de 2017
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La seguridad ciudadana, el crimen organizado y la vigilancia de las zonas transitorias donde se ubicarán los futuros desmovilizados de las Farc, son los temas que hoy captan la atención del general Jorge Nieto Rojas, director de la Policía Nacional.

En su reciente visita a Medellín, el alto oficial habló con EL COLOMBIANO sobre las estrategias utilizadas para combatir la delincuencia y sus economías ilegales, operaciones que en el 2016 dejaron 1.337 capturas de la banda criminal “los Urabeños”, sumadas a 37 aprehensiones en todo el país de varios jefes de esas organizaciones criminales, y la incautación de más de 160 toneladas de cocaína, afectándoles la economía que les sirve de combustible para delinquir.

Hace tres décadas, la estructura ilegal “la Oficina” actúa en el Valle de Aburrá y lidera los fenómenos criminales, y el Alcalde de Medellín le pidió ayuda públicamente para capturar a “Tom” y “Soto”, dos de sus cabecillas. ¿Qué percepción tiene sobre esta banda?

“Para mí ya no existe ‘la Oficina’ como tal. Aquí ha habido golpes muy fuertes contra esa estructura, pero quedan unas organizaciones que nos preocupan. En el marco de un análisis fenomenológico que hemos hecho en todo el país, y concretamente en Medellín, nos determina unas estructuras que trabajan independientes, con unas economías ilegales, y sobre ellas es que hemos focalizado el esfuerzo. Pero una ‘oficina’ como tal, como una de esas estructuras que existían hace mucho tiempo, no creo que exista”.

Pero el gobierno de EE.UU. sigue persiguiendo a “la Oficina” a través de ofrecimiento de recompensas y sanciones en la Lista Clinton. ¿Por qué hay una percepción tan diferente entre las autoridades estadounidenses y las colombianas frente a esta organización?

“Trabajamos articuladamente con ellos, pero el concepto de los fenómenos de criminalidad que nosotros manejamos nos da una radiografía de lo que tenemos que atacar y cómo es el sistema de crimen organizado. Desde luego que para ellos (EE.UU.), en unas instancias de lo que han venido manejando a través del tiempo, tienen unas organizaciones donde hay individuos con cuentas pendientes y que están relacionados en un gran concierto allí en Estados Unidos, que genera para ellos que estas personas sean un objetivo de alto valor. Pero para nosotros, en el sistema de crimen organizado que hemos atacado, solo quedan eslabones. Muchos están independientes y trabajan con outsourcing criminal”.

Otras preocupaciones de la gente en Medellín son el fleteo y el microtráfico, ¿cómo piensa enfrentarlos en 2017?

“Una prioridad de la Institución tiene que ver con la seguridad ciudadana en lo urbano y lo rural. Yo tengo todas las estructuras delictivas que ya hemos identificado para atacar en Medellín, no le puedo decir cuáles, pero las vamos a atacar: tema microtráfico, extorsión y las odines (organizaciones delincuenciales integradas al narcotráfico), porque las organizaciones de Medellín tienen ese carácter de control territorial”.

¿Qué análisis hace del fenómeno del homicidio en Medellín?

“Medellín ha mejorado mucho en el tema de homicidios, y desde luego todos los días la exigencia será mayor. El trabajo que se viene haciendo contra las organizaciones delictivas es estructural y eso genera picos en el homicidio. Uno quisiera que no se mataran, pero cuando usted mira quiénes son los muertos, se sacará una buena radiografía. No es que haya muertos buenos o malos, aquí la vida de cualquier persona es importante, pero hay un tema de venganzas personales que se generan después de las operaciones y esas la cobran los bandidos. A veces no se alcanza a cubrir todo, mientras se reacomodan estas estructuras. Eso nos pasó en Barranquilla y en varias zonas del país: se capturan, hay algunos que salen con detención domiciliaria y nos cometen algunos hechos”.

Usted habla de estructuras delictivas y lamentablemente en ellas se ve con alguna frecuencia que hay policías implicados. ¿Cómo está depurando esta situación?

“Con contundencia. Hemos duplicado el esfuerzo, no nos va a temblar la mano, si hay alguien que ha estado de cara a la situación es la Policía. Hemos fortalecido el plan de transparencia institucional desde la prevención, el control y la ejecución. El año pasado se fueron más de 600 policías para la cárcel, de los 180.000 que tenemos”.

¿En qué van las investigaciones sobre la denominada ‘Comunidad del Anillo’?

“Es un caso que tienen la Fiscalía y la Procuraduría. Nosotros como Policía aportamos todas las pruebas que nos han pedido. Para nosotros lo más importante es que eso salga y genere las responsabilidades, si las hay, del que tiene que asumirlas. Todas las investigaciones que hicimos nos las pidieron y dejamos que ellos terminen la investigación”.

La operación Agamenón contra “los Urabeños” se adelanta hace dos años, ¿cuál es el balance?

“Iniciamos la operación para que fuera por seis meses, pero lo que hemos hecho es un trabajo secuencial y recurrente. Son más de 35 capos de esta organización que han sido capturados o neutralizados, y el año pasado fueron 1.158 integrantes capturados”.

¿Pero por qué no han caído los grandes jefes, como alias “Otoniel”, “Gavilán” o “el Indio”?

“Esos son los objetivos todos los días. ‘Gavilán’ y ‘el Indio’ estuvieron casi capturados, en diciembre del año pasado. Hubo unos hechos desafortunados que fallaron en la parte final, pero tenemos un trabajo secuencial y en cualquier momento caerán”.

¿Qué tanto se están nutriendo “los Urabeños” y las bacrim de quienes se van de las filas de las Farc?

“De pronto puede haber algunos casos, estas economías criminales buscan personas que conocen el negocio delictivo. Ustedes ven que cuando uno analiza los del ‘Clan del Golfo’ han pasado por todas las organizaciones. El eje es la economía criminal”.

Sobre el preagrupamiento de la guerrilla, en Antioquia hay zonas dejadas por las Farc que están siendo copadas por otros grupos ilegales, como en algunas veredas de Ituango, y no se ven acciones para detenerlos...

“Todos esos puntos son los que estamos articulando con las FF.MM. para ejercer control territorial. Hay algunos que no es que tengan presencia permanente, y hay otros trabajos que se hacen en control territorial, que es lo que estamos diseñando, y hay en algunos lugares que ya han llegado nuestras Fuerzas Militares con la Policía y tenemos todo un plan de ocupamiento”.

¿Ya identificaron a quienes están asesinando a los líderes sociales en Colombia?

“Hay más de 23 casos que ya están identificados por qué fueron, hay unos por situaciones personales, otros por intolerancia, otros por actividades delictivas y otros por la misma actividad que desarrollan. Es un trabajo que hacemos con la Fiscalía articuladamente, estamos generando reuniones en lo local con los diferentes actores para garantizar la seguridad. Lo que siempre nos preguntan es: ¿esto es algo sistemático? ¿Algo que está presupuestado? Y lo que hemos visto es que no es un hecho sistemático en todo el país”.

1.800
estructuras delincuenciales tiene identificadas la Policía en todo el país, según el general Nieto.

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